Gerald Hernández
Con la misma velocidad que despega hacia el robo de la siguiente colchoneta, el campo corto nandaimeño de los Padres de San Diego, Everth Cabrera salió al frente del escándalo que se ha visto implicado, al aparecer su nombre en los archivos de la clínica de Florida que es investigada por las Grandes Ligas por presuntas prácticas de dopaje.
“No hay nada porque preocuparse porque me siento limpio de todo. Con todo mi esfuerzo y sacrificio he llegado a las Grandes Ligas, sin usar ninguna sustancia ilegal”, declaró Cabrera en una amplia entrevista en el programa deportivo Círculo de Espera, de Radio La Primerísima.
De acuerdo al big leaguer pinolero, su vínculo con la clínica fue por medio de su antiguo agente, Juan Núñez, de la agencia ACES.
“En marzo del año pasado, Juan Núñez me presentó con gente de la clínica. Yo acepté una cita, pero jamás llegué a un acuerdo con ellos para obtener sustancias. Me dio miedo y mejor me eché para atrás. En ningún momento recibí medicamento de ellos. Me llamaron varias veces después de la cita, pero no les respondí”, asegura Cabrera, quien con esta cita justifica el pago de 1,500 dólares que hizo a la clínica.
La defensa de Cabrera tiene sentido porque Núñez ha sido vinculado en muchos casos de uso de esteroides, pero el nica sostiene que no cedió a la insistencia de su ex agente.
“Mi ex agente me trató de meter cosas en la cabeza, pero yo mantengo la mentalidad que no necesito eso, porque no soy un bateador de 20 o 30 jonrones, lo mío es el juego de velocidad, de chispa, de liderazgo y no necesito de una sustancia para eso. Mi sustancia en meterme en la cabeza que tengo que salir a trabajar duro para mejorar cada día”, señaló Cabrera, quien ya le dejó saber a la oficina de las Grandes Ligas que está dispuesto a colaborar en todo con respecto a este caso y siente que tiene el respaldo del mánager y la gerencia de su equipo.
Lea mañana la ampliación de esta noticia.