Elízabeth Romero
Después de 10 años de considerar desaparecida a su hija Irene Narcisa Rugama Escalante, su madre Reina Escalante no daba crédito a la noticia de que esta había sido localizada en un municipio de Chiapas, México.
“Estamos alegrísimos de lo que ha hecho Dios con nosotros”, expresó Escalante, tras explicar que el hecho de no tener certeza de si su hija estuviese con vida o hubiese fallecido a diario la atormentaba.
“Yo lloraba”, dice Escalante, aunque señala: “Mi corazón me decía que estaba con vida”.
Rugama se comunicó ayer por teléfono con su familia que reside en Chinandega y que espera verla en el próximo mes cuando ella viaje a Nicaragua para visitarlos. Cuando Escalante vio por última vez a su hija Irene tenía 21 años.
La nicaragüense fue localizada por Rubén Figueroa, defensor de derechos humanos e integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano.
Figueroa explicó que localizó a Rugama Escalante en el municipio de Villa de Comaltitlán, Chiapas, donde la nicaragüense está casada con un ciudadano mexicano con quien procreó dos hijas.
Escalante había viajado a México en 2011, como parte de la caravana de madres centroamericanas que buscan a sus hijos desaparecidos. Al igual que ha pasado con muchos migrantes Rugama Escalante dejó el país en busca de un buen trabajo y un buen salario.
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