MOSCÚ/AFP
El régimen del presidente Bashar al Asad se mostró ayer por primera vez dispuesto a dialogar con los rebeldes armados para poner fin al conflicto, pero estos últimos rechazaron toda negociación antes de la marcha del jefe de Estado y la retirada del ejército de las ciudades.
“Seguimos siendo partidarios de una solución pacífica al problema sirio. Se creó una comisión gubernamental para dialogar tanto con la oposición en el país como con la oposición en el exterior” de Siria, expresó el ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid al Muallen, después de entrevistarse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
Pero el jefe del Estado Mayor del ejército rebelde, Selim Idris, afirmó a la cadena de televisión satelital árabe Al-Arabiya que los insurgentes rechazaban cualquier negociación con Damasco antes de la marcha de Asad y de la retirada del ejército de las ciudades.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien se reunirá hoy en Berlín con el jefe de la diplomacia rusa, mostró su escepticismo ante la propuesta de Muallem. “Me parece más bien difícil de comprender cómo, cuando ustedes lanzan misiles Scud sobre los inocentes en Alepo, podemos creer seriamente que están dispuestos a dialogar”, declaró haciendo referencia a los disparos de misiles contra Alepo que el viernes dejaron 58 muertos.
Lavrov declaró que no hay en Siria “ninguna alternativa aceptable a una solución política obtenida a través de un diálogo entre el Gobierno y la oposición”, y advirtió sobre las consecuencias de que se alargue el conflicto armado, que ya ha dejado cerca de 70,000 muertos en casi dos años según la ONU.
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