Judith Flores
Corresponsal/Miami
“Se fue un niño desbaratado, destrozado, lleno de odio, rencor. Vuelve un hombre lleno de amor y de perdón”. Estas fueron las palabras de Ricardo Dávila Macanche, a su arribo al aeropuerto internacional de Miami, trece años después de su dramática partida a Nicaragua, luego de que sus padres Ricardo y Josefa Dávila, fueron condenados por abuso infantil en contra de su hijo Ricardo, en ese entonces de once años.
Ricardo y Josefa enfrentan cadenas perpetuas de más 35 y 84 años de prisión, respectivamente. De acuerdo a la acusación de la Fiscalía y los reportes de prensa de la época, el menor tenía solo cinco meses de vivir en Miami con sus padres -anteriormente residía en Nicaragua con su abuela materna-.
Durante esos meses vivió un calvario y parte de las torturas que sufrió a manos de sus padres le provocaron la ruptura de huesos de la cara, le fracturas en las manos, le untaron picante en los ojos, y le hacían tragarse su propio vomito. Según habrían dicho sus padres, con esos castigos buscaban disciplinar al menor.
El caso fue uno de los más publicitados en Miami. Hoy, Ricardo regresa y quiere dar a conocer el cambio que hay en su vida, poder ver a sus padres, dejarles saber el perdón que alberga en su corazón y contribuir a la liberación solicitando ante el gobernador Rick Scott un perdón para sus padres y propiciar el retorno de ellos a Nicaragua.
Es un viaje de esperanza para Ricardo, las marcas físicas han ido desapareciendo de su cuerpo con el paso del tiempo. “Quedan algunas marcas físicas en mi cuerpo, pero las del corazón fueron sanadas hace mucho tiempo, aquellos dolores, aquel llanto todo eso fue sanado hace mucho tiempo ya con la ayuda de Cristo”.
Ricardo dijo que una de las principales motivaciones de su viaje, es Dios y luego su abuela materna, una anciana que desde hace trece años clama a Dios que le permita ver, abrazar y besar a su hija antes de cerrar sus ojos para siempre, una oportunidad que no tuvo don Carlos, su esposo, que falleció hace tres años.
El doctor Silvio Centeno dijo que la justicia se excedió en el caso de los Dávila, a su juicio hay otros casos más severos y las penas han sido leves, “creo que la justicia debe ser equitativa”.
Ricardo y un grupo de nicaragüenses que le apoyan, ya tienen una cita confirmada con el asesor legal del gobernador para gestionar el perdón del matrimonio Dávila.