LA PAZ/AFP
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que el gobierno de Chile debería “pedir perdón” a los tres soldados liberados este viernes por la justicia chilena tras un mes en prisión, acusados de transgredir la frontera en una persecusión a contrabandistas, incidente que tensionó las relaciones entre La Paz y Santiago.
Si el gobierno de Chile es consciente de la tarea de los militares bolivianos en la frontera “debería pedir perdón por lo menos a los tres soldados que estaban en la lucha contra el contrabando”, dijo Morales en la entrega de dos naves a la aerolínea comercial de la Fuerza Aérea. La Paz devolvió este mes 257 vehículos robados en Chile e ingresados de contrabando a su territorio. Además entregó 380 autos a Brasil y prevé hacer lo mismo con Argentina y Paraguay.
“Si ellos practican la integración o tienen interés de integrar Bolivia, el respeto de pueblo a pueblo, lo mejor que puede hacer el gobierno de Chile es pedir perdón de los tres soldados” liberados por un acuerdo judicial que no implica la aceptación de los cargos, propuso Morales.
“De esta manera puedo entender que es un buen gobierno, un buen vecino, un gobierno que está dispuesto a trabajar de manera conjunta”, redondeó el mandatario boliviano, que estimó que los reclutas fueron “rehenes políticos”.
En esa línea estimó que “no era competencia (de la justicia chilena)” atender el proceso que, dijo, debía resolverse por la vía diplomática. “Seguramente para salvar una responsabilidad hace algunas maniobras de carácter ilegal en temas jurídicos”, cuestionó.
Morales estimó que la liberación sin cargos de los soldados constituye “un triunfo de la dignidad boliviana”. “Frente a la soberbia, frente a la prepotencia, la verdad se impone”, arengó.
El mandatario encomendó a la cúpula castrense “organizar un gran acto de recibimiento” a los soldados.
Morales consideró que la detención de los tres soldados “es una venganza del presidente (chileno, Sebastián) Piñera”, por la persistencia boliviana en su centenario reclamo de una salida soberana al mar, perdida en una guerra en 1879. La Paz y Santiago carecen de relaciones diplomáticas desde 1978, tras el fracaso de una gestión sobre la cuestión marítima.