Lucydalia Baca Castellón
La vivienda de interés social es cada vez más pequeña y sobria. Resulta que debido a la falta de respuesta por parte del Gobierno para que se impulse una reforma a la Ley Especial para el Fomento de la Construcción de la Vivienda y de Acceso a la Vivienda de Interés Social, Ley 677, las urbanizadoras ahora están construyendo casas de 38 metros cuadrados, casi el mínimo que establece dicha legislación (36 ).
Esto las ha vuelto poco atractivas para los compradores, porque hasta los diseños han sido ajustados para abaratar la construcción de este tipo de viviendas.
“Como dice la gente, cada vez se parecen más a las cajas de fósforos. Hay que sacrificarse para comprar una más grandecita, aunque sea más cara y que no reciba los beneficios que otorga la Ley, entre ellos la tasa preferencial del 5.5 por ciento en el crédito”, lamentó Ulises Mendoza, uno de los miles de nicaragüenses que aún no logra hacer realidad el sueño de la casa propia.
Según el informe Nicaragua Triunfa, emitido el viernes por el Gobierno, aquí se necesita que se construyan 347,691 casas y que se mejore la infraestructura de unas 609,609.
La Ley 677 establece, que la vivienda de interés social tiene un área de construcción de entre 36 y 60 metros cuadrados. Y que recibe subsidio cuando su valor no excede los 20,000 dólares.
En el 2009 cuando se aprobó la Ley construir una casa de 60 metros cuadrados costaba entre 19,000 y 19,500 dólares. Actualmente construir una casa de ese tamaño tiene un costo alrededor de 26,000 dólares, según dice Alberto Atha, vicepresidente de la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (Cadur) y gerente general de Real Estates and Development of Nicaragua (Realnisa).
CALIDAD NO, TAMAÑO SÍ
“No se puede sacrificar la calidad del material de construcción porque no podemos poner en riesgo la vida de las familias. Además, estamos obligados a cumplir estándares de construcción establecidos en el país. Lo que se ha hecho es reducir el tamaño de la construcción a 38 o 40 metros cuadrados”, dice Atha.
Según los urbanizadores también se han visto obligados a adecuar los diseños de las casas a las características de los materiales de construcción, para aprovecharlos al máximo. “Además hemos optado por quitar detalles como los muros perimetrales que antes todas las casas tenían y detalles en la decoración. Y se utilizan accesorios más simples que son los más baratos. Esa ha sido la única forma de mantener los precios”, indica Manuel Meléndez, ejecutivo de ventas de Lacayo Fiallos.
Pero por el reducido tamaño estas casas no son muy atractivas. Las de mayor demanda siguen siendo las de 60 metros cuadrados cuyo precio oscila entre 26,000 y 30,000 dólares y los créditos cobran una tasa de interés del 8 por ciento. “Las perjudicadas son las familias que están comprando las viviendas de 60 metros cuadrados. Aunque por su área de construcción son de interés social, no están gozando del subsidio en las tasas de interés porque su precio excede los 20,000 dólares”, lamenta Atha.
VIVIENDA CARA
Mientras tanto las viviendas a las que la Ley 677 no les otorga beneficios están cada vez más caras. “Al principio nuestros modelos valían 35,000 y 40,000 dólares, pero el alza en los precios de los materiales ha elevado los costos. Para no variar los modelos se ha tenido que incrementar el valor. Ahora la de 77 metros cuadrados vale 45,000 dólares y la de 97 metros cuadrados 50,000 dólares . Obviamente eso ha reducido las ventas”, explica Nadieshda Aragón, gerente de ventas de Residencial Bruselas.
Cadur insiste en la necesidad de reformar la Ley 677 para elevar hasta 30,000 dólares el precio de la vivienda de este tipo. Sin embargo, después de más de un año de gestión hasta ahora el Gobierno no se pronuncia sobre el tema.
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