Bolivia/AP
El presidente Evo Morales condecoró y ascendió el lunes a tres soldados que Chile devolvió después de 32 días de arresto por cruzar la línea fronteriza armados y cuyo incidente provocó la mayor crisis diplomática entre los dos países.
Los tres soldados detenidos en Chile “han dignificado al pueblo boliviano” porque “no se rindieron a la injusta detención, a la prebenda y el chantaje del gobierno chileno”, dijo Morales en una ceremonia especial en honor de los reclutas en la plaza de armas de La Paz.
Alex Choque, de 20 años; José Luis Fernández, de 18 y Augusto Cárdenas, de 19, oriundos de un remoto pueblo cerca de la frontera con Chile, fueron ascendidos a cabos y recibieron una medalla. Morales expresó su “saludo al pueblo de Chile, a las fuerzas sociales, artistas y a algunos partidos políticos” de ese país que “se solidarizaron con los tres soldados”.
Los tres abandonaron la ciudad de Iquique en el norte chileno el viernes tras aceptar la suspensión de una indagación judicial por su ingreso ilegal al país vecino, uno de ellos con un fusil, mientras perseguían a contrabandistas de autos usados que ingresan desde Chile por remotos parajes del altiplano.
No es el primer incidente fronterizo pero es el que más atizó las relaciones entre los gobiernos, que se crisparon cuando Morales amenazó casi tres años atrás con demandar a Chile ante tribunales internacionales por dilatar respuestas a la demanda boliviana de una salida soberana al mar.Desde entonces Morales denunció en foros internacionales al gobierno de Sebastián Piñera, incluso en la cumbre presidencial en América Latina y la Unión Europea celebrada en Santiago en enero.
El gobierno de Santiago ha dicho que no tiene problemas limítrofes pendientes con Bolivia y descartó ceder soberanía de su país. Los bolivianos perdieron su litoral en una guerra con Chile entre 1879 y 1883.
Las relaciones diplomáticas están interrumpidas desde 1978, pero en el gobierno de Morales (2006) se habían logrado avances como un mayor acercamiento entre la sociedad civil de los dos países con la perspectiva de restañar viejas heridas que permitan allanar el camino hacia negociaciones más profundas y delicadas.
El gobierno de Santiago aceptó incluir el tema marítimo en una agenda de 13 puntos en 2006. Expertos opinan que el último incidente ha significado un retroceso a punto cero. El propio ministro de Defensa de Bolivia, Rubén Saavedra, ha descartado reiniciar negociaciones con Piñera.
“Con el gobierno de Piñera casi no hay nada que hablar, es un gobierno que internamente es débil para tomar decisiones” sobre la demanda boliviana, dijo Saavedra el fin de semana.