Emiliano Chamorro Mendieta
Las relaciones entre la Iglesia católica y el Gobierno podrían ser armoniosas si se continúan los diálogos a como se vieron el pasado 28 de febrero, cuando el nuncio Fortunatus Nowachkwu presentó sus credenciales como representante de la Santa Sede.
“La familia tiene su intimidad y no permitirá que ninguna ley o institución le vaya a coaccionar o decir cómo va a educar a sus hijos”, afirmó Sándigo.
Explicó que la Iglesia valora la ley a través de juristas para poder plantear “una posición, ya sea esta favorable o desfavorable”.
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Monseñor René Sándigo, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, explicó que en esa oportunidad, el presidente Ortega, su esposa Rosario Murillo, el arzobispo Leopoldo Brenes y el nuncio, compartieron inquietudes francas, sobre proyectos sociales y sobre el caso de los mineros de Santo Domingo, Chontales, así como la crisis y demandas de los privados de libertad, que demandan mejores condiciones en las cárceles.
A Ortega le expresaron su preocupación por la violencia utilizada recientemente por la Policía Nacional contra un grupo de mineros artesanales en el municipio Santo Domingo, en Chontales (centro), que reclaman una millonaria indemnización por sus propiedades a una compañía canadiense.
También por las constante huelgas de reos, que denuncian la violación a sus derechos humanos, en varios municipios de Nicaragua.
“Compartimos inquietudes de colaboración mutua, en el sentido que se nos facilite, a como la ley establece, que podamos hacer gestiones en el extranjero para que las donaciones nos lleguen sin complicaciones”, dijo Sándigo.
Sándigo valoró positivo el trabajo que el Gobierno hace a través de proyectos sociales en favor de los más necesitados.
“A nivel gubernamental se desarrollan muchos proyectos sociales y nosotros también trabajamos por esos sectores pobres y vulnerables; de modo que compartimos información en común. Notamos que sí hay disponibilidad. Los gobiernos sean de derecha o izquierda debemos de conversar, y ya lo hemos hecho y por qué no hacerlo ahora por el bien común de la nación”, reconoció Sándigo.
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