Auxiliadora Rosales
¿Cómo se hace para tener su propia empresa?
Mi inspiración fue mi padre. Cuando entré a la universidad me dijo que yo tenía que ser mi propio jefe. También tuve un maestro que nos decía: “Salgan de la universidad a parir ideas, a dar trabajo y no a buscarlo”. Pero el principal ejemplo lo tuve de mi familia. Mi madre es una mujer que tiene un taller de bordados con 40 mujeres y mi padre se hacía cargo de una distribuidora al por mayor. Cuando mi padre cayó en cama, por 10 años, yo me hice cargo de la distribuidora para ayudarle a mi madre.
¿Cómo surge la idea de fabricar imágenes religiosas?
Quería hacer algo que me gustara mucho y la fe católica es algo que la tengo muy arraigada desde mi hogar, además porque todos mis estudios los hice en centros católicos. Decidí poner en práctica mis conocimientos en mercadeo y empecé a visitar las iglesias para darme una idea de las necesidades y me di cuenta que podía trabajar con imaginería.
¿Por qué darle a tu empresa el nombre de María reina de la paz?
La pintura de María reina de la paz que apareció en Yugoslavia llegó a mi vida en 1996. Mi madre pinta y vio en una revista la imagen de esta Virgen tan linda y la pintó; luego la colocó en la casa. En 1997 se dio un incendio en mi casa y pasó algo muy curioso: el fuego llegó hasta donde estaba la Virgen. Mi padre dio la orden de que la Virgen no se moviera de ese espacio.
Cuando decidí montar mi empresa fui hasta la cama donde estaba mi padre, quien no hablaba y le pregunté qué nombre creía que era conveniente. Le di algunas ideas y con señales me decía que no, hasta que me señaló el cuadro de la Virgen María.
Le pregunté: “¿María?”, y asentó con la cabeza e hizo una señal. Le pregunté: ¿“María reina de la Paz”? Y pronunció la palabra “sí” y prosiguió “sí, esoooo” y volvió a enmudecer.
¿Desde que saliste de la universidad te fuiste a lo tuyo?
No, primero trabajé como ingeniera industrial con unos norteamericanos. Estuve el tiempo necesario para recoger dinero y poder arrancar mi proyecto. Mi primera idea era trabajar bordado porque ya conocía la línea, pero le quería agregar lo religioso.
¿Hacia dónde va la empresa?
Por ahora nos estamos ampliando, nos trasladamos de local a uno mucho más grande, en donde tendremos el taller en el fondo. En el primer piso estará la tienda y en el segundo prestaré servicio de apartamento para extranjeros, ya que son muchos los que nos visitan en busca de sus reliquias.
Otro de los proyectos que tenemos en mente es ingresar en la elaboración de hostias.
¿Cuál es tu sistema de mercadeo?
Uno muy práctico: cada una de nuestras piezas llevan la información básica de la tienda, pero en particular el número telefónico. De esa manera hemos recibido muchas solicitudes de pedido de nicaragüenses que viven en el exterior y de forma indirecta empezamos en la exportación.
¿Cuándo iniciaste con el proyecto?
Desde 1994. En el taller empleo a cinco personas fijas y a otros para temporadas altas. Trabajamos con moldes para bajar costos y usamos yeso, resina o masilla plástica y sellamos con resina de vidrio para una calidad igual que las piezas echas en Europa.
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