Claudia Rahola/AFP
La soberana británica, de 86 años, salió ayer del hospital Rey Eduardo VII de Londres donde fue ingresada como medida de precaución a raíz de una gastroenteritis.
La reina lucía un abrigo de color rojo escarlata adornado con un broche de diamantes, apareció en la puerta del hospital, y bajó las escaleras por su propio pie, parándose a saludar sonriente a varios empleados uniformados del centro antes de marcharse sentada en el asiento trasero de su Bentley oficial.
Isabel II, cuya última hospitalización se remontaba a hace 10 años, fue internada el domingo por la tarde para que los doctores evaluaran su estado a raíz de la gastroenteritis que le aquejaba desde el viernes.
El palacio de Buckingham indicó inicialmente que la monarca, que este año celebra el 60 aniversario de su coronación, debía permanecer “aproximadamente dos días” en el mismo hospital que en diciembre trató a la esposa de su nieto Guillermo, Catalina, por una complicación ligada a su incipiente embarazo.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 B