Lucydalia Baca Castellón
Conocer las técnicas adecuadas para el corte, lavado y manipulación del bambú, así como conocer y aprender a manejar las herramientas necesarias para la elaboración de muebles a base de este material, es la meta de veinte nicaragüenses que serán capacitados durante tres meses en el Centro Educativo del Bambú que el Gobierno de Taiwán posee en una comunidad de Escuintla, en Guatemala.
Según la embajadora de Taiwán, Ingrid Hsing, esta iniciativa surgió de una petición del canciller Samuel Santos, a quien le interesa mucho el desarrollo de la artesanía del bambú en los países asiáticos.
La representación diplomática tiene planeado continuar impartiendo talleres y dar seguimiento a la aplicación de los conocimientos adquiridos por el grupo para garantizar el mayor aprovechamiento de las técnicas adquiridas.
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La delegación de nicaragüenses está integrada por artesanos que por tradición familiar trabajan el bambú. Este es el caso de Neddy Ismael Fedrick, de Rosita, quien a su regreso pretende mejorar la calidad de los muebles de bambú que actualmente fabrica.
También está dispuesto a transmitir los conocimientos adquiridos a otros artesanos de la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) para que aprovechen este cultivo que tradicionalmente ha crecido de manera silvestre en la zona.
La misión también la integran técnicos de los Ministerios Agropecuario y Forestal (Magfor), de Economía Familiar Comunitaria Cooperativa y Asociativa (Mefcca) y del Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA).
“A mi regreso mi función será capacitar a unos 4,000 productores de 225 comunidades del municipio de Siuna que poseen hasta un cuarto de manzana de bambú y que actualmente lo utilizan únicamente como planta ornamental”, dijo Tania Gregoria Pérez, técnica del Magfor en Siuna.
HAY POTENCIAL EN EL CARIBE
El viceministro del Magfor, Benjamín Dixon, confirmó el interés del Gobierno de desarrollar el cultivo comercial del bambú, especialmente en las zonas de mayor potencial, que son el Atlántico Norte y Sur.
Según Dixon a partir de las áreas experimentales del cultivo que actualmente existen en Carazo y en El Rama —donde este año quieren cultivar unas 2,000 hectáreas— se pretende replicar la experiencia para incrementar las áreas de este cultivo que actualmente es incipiente.
“Esas proyecciones van a ir aumentando con el talento humano que el país va a formar y con una réplica de conocimiento que nos va a permitir mejorar y avanzar en área, pero sin avanzar la frontera agrícola, sino estableciéndolo en las áreas ociosas que existen en el país”, señaló Dixon.
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