BRASILIA/AFP
Una magistrada del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil decidió el lunes suspender temporalmente una ley que redistribuye las regalías del petróleo nacional por pedido de los estados afectados con la medida.
La normativa, que entró en vigor el pasado viernes, fija una repartición más equitativa entre los estados productores y no productores de crudo, además de reducir los beneficios destinados al gobierno federal.
En una decisión preliminar, la magistrada del alto tribunal Carmen Lucía aceptó un recurso de impugnación presentado por el estado de Rio de Janeiro (sureste).
Con la decisión quedan “resguardados de forma cautelar, los derechos de los ciudadanos de los estados y los municipios que se dicen afectados” por la ley, señaló la magistrada en una decisión divulgada por la prensa.
Tras el fallo, el pleno del STF deberá tomar una decisión definitiva en un plazo no determinado. Tres de los 27 estados de Brasil concentran la riqueza petrolera: Rio de Janeiro, Espírito Santo y Sao Paulo (sureste).
Los tres impugnaron por separado la ley de regalías bajo alegato de inconstitucionalidad el mismo día en que fue promulgada por la presidenta Dilma Rousseff.
Los demandantes aseguran que la nueva repartición aprobada por el Congreso modifica los contratos vigentes, viola la Constitución, y perjudica sus ingresos.
Incluso Rio de Janeiro y Sao Paulo dijeron que la nueva legislación pone en riesgo la financiación del Mundial de fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de Rio-2016.
En noviembre, Rousseff vetó parte del proyecto de ley por considerar que violaba los antiguos contratos petroleros, y dispuso que las futuras regalías fueran invertidas exclusivamente en educación.
Sin embargo, el Congreso levantó el veto a inicios de mes, por lo que la mandataria debió expedir la norma con la nueva repartición.
En un comunicado, el presidente del Congreso Renan Calheiros, señaló que suministrará las debidas informaciones a la justicia, “con el propósito de defender la manifestación democrática” del legislativo.
Brasil deberá resolver la disputa sobre las regalías petroleras antes de las millonarias licitaciones para nuevos pozos previstas para este año, la primera de ellas en mayo.
Para noviembre también está programada la licitación de los abundantes yacimientos “pre-sal”, descubiertos en los últimos años en el lecho marino a una profundidad de 6 kilómetros.