Ramón H. Potosme
Esta es la quinta ocasión desde el 2008 que el gobierno inconstitucional de Daniel Ortega recibe una petición de visita al país de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y hasta la fecha no les ha respondido de manera positiva.
Vilma Núñez de Escorcia, directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), considera que la reiteración en rechazar la presencia del organismo panamericano indica poca transparencia de parte del Estado de Nicaragua y la falta de compromiso en el cumplimiento de sus deberes en defensa de los Derechos Humano.
Según Núñez, con ello el Estado viola la Convención Americana de los Derechos Humanos y el Estatuto y Reglamento de la CIDH.
“Con su reiterada posición deja en evidencia que Nicaragua es un país violador de sus compromisos internacionales y que está escondiendo del conocimiento, de parte de la Comisión, una realidad”, dijo Núñez.
Núñez manifiesta que la posición del gobierno de Daniel Ortega de cuestionar a la CIDH responde al reciente protagonismo de los países del Alba en los que Nicaragua es “vagón de cola” y repite los mismos planteamientos.
Recordó que el mismo Ortega ha tenido otras posiciones ante la CIDH como en los años ochenta cuando a petición del mismo gobierno la Comisión y relatores visitaron el país. En ese mismo sentido señaló que incluso Anastasio Somoza Debayle recibió a la CIDH cuyo informe de 1978 sirvió para que la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos pidiera el retiro de Somoza del poder por estar a cargo de un Estado violador de los Derechos Humanos.
ORTEGA ACUDÍA A LA CIDH
La defensora de Derechos Humanos se pregunta si el gobierno de Ortega tiene el temor de que algo similar ocurra con un informe de la CIDH.
“Ni Somoza impidió la venida de la Comisión. Somoza que era Somoza permitió la visita in situ de la Comisión, a mí me tocó atenderla en ese tiempo”, indicó Núñez.
Recordó que la segunda ocasión que vino la Comisión a una visita in loco o al lugar fue en 1980, cuando ella se desempeñaba como vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia y los recibió junto con el entonces presidente de ese poder del Estado, Roberto Arguello Hurtado.
Pero señala Núñez que la posición de Ortega y el entonces gobierno llegó a más, pues enviaron una carta escrita y en una misión a Washington donde reiteraron la invitación y llegaron personalmente. Ella indica que fueron tres personas: Daniel Ortega Saavedra, Sergio Ramírez Mercado y Alfonso Robelo, quienes fueron acompañados de Miguel d’Escoto.
“Ahora el gobierno se ha negado, hubo visitas en el gobierno revolucionario. ¿Por qué ese cambio?”, cuestiona Núñez.
La defensora de Derechos Humanos recordó que en el primer gobierno sandinista en el Estado acudía permanentemente a la CIDH. Según Núñez, dicha entidad regional conoció la denuncia conocida como la Navidad Roja cuyo informe detalló que hubo una solución amistosa, es decir, que el Gobierno aceptó la mediación de la CIDH ante la denuncia de violación de derechos a las poblaciones miskitas.
“Ahora podemos decir que tenemos un Gobierno más reacio a sus compromisos en materia de Derechos Humanos”, dijo Núñez.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 A