Vladimir Vásquez
De los seis tipos de energías renovables que se están generando en Nicaragua, la geotermia ofrece la mayor producción estable durante todo el año, en relación a las demás energías como la eólica, hidroeléctrica, biomasa, térmica y solar.
“La energía geotérmica no sufre por los cambios climáticos, como el caso de la eólica o la hidroeléctrica”, según explicó el director general de Energía Geotérmica del Ministerio de Energía y Minas, Mario González.
Según dijo González, Nicaragua tiene un potencial para producir unos 1,500 megavatios de energía geotérmica, que suelen ser constantes durante todo el año.
Sin embargo, actualmente solo se aprovecha un siete por ciento de todo ese potencial en el país con los diferentes proyectos que existen, entre ellos San Jacinto Tizate y Momotombo.
También se están haciendo exploraciones en diferentes zonas para lograr aprovechar ese potencial renovable proyectado y que es “conservador”, según el ministro de Energía y Minas, Emilio Rappaccioli.
Uno de ellos es el proyecto del Volcán Casita, que se encuentra en estudios y, de encontrarse capacidad para generar energía eléctrica a través del vapor, podría entrar en funcionamiento en los próximo años.
González dijo, además, que se está realizando una consultoría en el Volcán Cosigüina para visualizar el potencial explotable de esta zona.
En total, son unos 12 puntos que se están explorando, según revelaron los funcionarios de Gobierno, pero solo dos se están explotando.
Recientemente el Gobierno culminó el Proyecto de Formación de Capacidades en Geotermia, apoyado por la Agencia Islandesa para el Desarrollo Internacional (Icedia), que se firmó para el periodo 2008-2012.
La Agencia invirtió un total de 4.23 millones de dólares para asistencia técnica, capacitación y equipos.
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