Lucydalia Baca Castellón
La Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic) teme que la industria cárnica promueva un cierre de fronteras a la exportación de ganado en pie, para garantizar el abastecimiento de los mataderos que desde mayo del año pasado mantienen congelado en 72 córdobas el kilo de carne en canal caliente. La medida, aseguran los ganaderos, atentaría contra el libre comercio
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En los dos primeros meses del 2013, las exportaciones de ganado vivo sobrepasaron considerablemente la cifra del mismo período en el año anterior, al registrar 5.9 millones de kilos.
Pese a un descenso de 47 centavos en el precio promedio, que se situó en 1.27 dólares por kilo, dichas ventas registraron ingresos por 7.5 millones de dólares.
Según el Cetrex, los principales compradores del ganado nicaragüense son los mercados de Venezuela, Guatemala y Honduras.
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En los últimos meses las exportaciones de ganado en pie se han incrementado considerablemente. Faganic lo atribuye a la negativa de la industria a revisar el precio o al menos reconocer el deslizamiento del córdoba, tomando “en cuenta que ellos reciben dólares por la exportación de la carne”, alega Solón Guerrero, presidente de Faganic.
Al cambio oficial del dólar, del 31 de mayo del año pasado, los ganaderos recibían 3.07 dólares por kilo en canal caliente. Al cambio actual, solo perciben 2.95 dólares por kilo.
El sector asegura que eso les genera grandes pérdidas porque la mayor parte de los insumos y el financiamiento bancario lo pagan en dólares. Eso los ha obligado a retomar la venta de ganado en pie, porque así obtienen un mejor precio.
La industria cárnica, por su parte, ha denunciado que se está subvalorando el ganado que se exporta en pie y que se están vendiendo muchos vientres poniendo en riesgo la reproducción del hato y la producción lechera.
En ese sentido, Guerrero afirma que de existir subvaloración sería responsabilidad de la Dirección General de Aduanas (DGA) y que la venta de hembras la hace el ganadero únicamente por “necesidad”, cuando tiene problemas de liquidez. Y aclara que la diferencia de peso que se registra entre las reses que se venden a Venezuela, con las del resto de los países, obedece a que los venezolanos compran reses para destace, mientras que Guatemala y Honduras lo hacen para repasto.
Willmer Fernández, directivo de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac), asegura que el incremento de la venta de hembras no representa ningún riesgo y que obedece también a un aumento de la natalidad de vientres.
René Blandón, presidente de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan), no cree que exista intención de perjudicar el libre comercio; y que “el control” fronterizo que se pretende establecer a las exportaciones de ganado en pie únicamente es para establecer un “equilibrio”, porque el país debe esforzarse por darle valor agregado a sus exportaciones en lugar de seguir vendiendo materia prima.
En cuanto a la negativa de los mataderos, de revisar el precio que pagan al productor, Blandón asegura que este depende de lo que establezca el mercado internacional, donde actualmente la tendencia de los precios es a la baja.
Faganic ha advertido que de no lograr un acuerdo con la industria, podría promover entre sus afiliados la suspensión del abastecimiento, como lo hicieron a inicios del año pasado.
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