Elízabeth Romero
Mientras en Coperna, Siuna, un agente de la Policía mandó a la madre de una niña de 12 años, víctima de violación, a negociar con el agresor, en Managua, otro agente recomendó a la progenitora de varios niños abusados hacer lo mismo con el victimario.
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La abogada del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Ana Mercedes López, expresó preocupación por el comportamiento similar que han mostrado los agentes policiales con las víctimas de violencia, independiente del sitio donde están asignados.
Mencionó por ejemplo que hay un caso de violación y abuso en contra de cinco niños, donde el sospechoso es otro menor de 14 años, pariente de las víctimas. El agresor convive con sus víctimas, con lo cual persiste la situación de riesgo, sin que las autoridades hayan adoptado medidas de protección. El caso fue denunciado desde noviembre pasado en el Distrito Cinco de la Policía.
La respuesta, que en su momento habría dado uno de los oficiales a los padres de las víctimas, fue que le hicieran lo mismo que el sospechoso les había hecho a sus hijos.
“No se toman las medidas de protección, no están aplicando la ley. Los funcionarios no le dan el trámite adecuado”, lamentó la funcionaria.
López acompañó ayer a Asuntos Internos a los padres de las víctimas de este caso.
El caso de Coperna es similar, pero lamentablemente la abogada del Cenidh no lo pudo plantear ante el oficial de Asuntos Internos, quien le habría señalado que no pueden tomar los casos de oficio.
López agregó también otra denuncia de una mujer que sufrió violencia intrafamiliar, que también se queja de inadecuada atención.
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