Carla Torres Solórzano
Beat Rohr, el primer director regional de Save the Children en América Latina y el Caribe, estuvo recientemente de visita en Nicaragua y visitó algunos proyectos de este organismo en Managua, El Tuma-La Dalia y el municipio de Tisma, en Masaya.
Cabe señalar que este organismo está trabajando en Nicaragua en la formación de brigadistas, apoyando al Ministerio de Salud (Minsa), para que tengan la capacidad de hacer un primer diagnóstico al atender a los niños, especialmente a los menores de 5 años, es decir una atención integral a la niñez.
¿Cuáles son los temas prioritarios para Save the Children?
A nosotros en nuestros programas nos interesa más el tema de la salud y de la educación. Personalmente creo que en la parte de salud Nicaragua es un caso clásico en el que de una manera los retos superan la disponibilidad de recursos. Hay países en que el problema es el diseño de los programas, están mal hechos o hay mala implementación. En Nicaragua hay buenos programas, están bien formulados, dentro de sus medios parecen bien implementados, pero faltan recursos.
“Sabemos que los niños en los primeros seis años es donde se determina su potencial futuro, por eso es muy importante invertir en educación temprana, entonces tenemos ciertas metodologías para ayudar a estimular a la niñez a aprender”, dijo Rohr. Esta organización ha desarrollado una serie de materiales y estrategias para promover que los ministerios (de Educación) los utilicen en la niñez beneficiada.
“Nosotros nos vemos como un laboratorio de conocimientos: lo probamos, lo documentamos, lo aprendemos, lo refinamos y lo entregamos a nuestros socios. Y le decimos: ‘mire este funciona’. La educación temprana no es algo que sacas de tu mano, ya sabemos que funciona”, apuntó Rohr.
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¿Se refiere a salud y educación?
Sí, en educación está claro que si se pudiera duplicar el recurso que está disponible sería fantástico. Ahora personalmente yo creo que países como Nicaragua tendrían que hacer una discusión más abierta sobre el tema de la educación de su niñez, porque lo que hemos visto en este país y el resto de la región, de un lado, es una privatización de la élite; es decir la gente que tiene recursos ya no manda a sus niños a la escuela pública, que en sí mismo no es algo malo, pero lo malo es que quita la presión de los líderes del país de asegurar que la escuela pública sea de primera calidad.
¿En qué faltaría invertir?
A mi juicio, sería mejor invertir más recursos en las escuelas, por ejemplo cuando uno va a una escuela rural y en muchas de ellas no hay ninguna conectividad en términos de computación, pero los niños en el mercado esto es lo que van a utilizar, los tiempos han cambiado, si no logramos preparar a la juventud para los puestos de trabajo del futuro, posiblemente la vamos a limitar en su desarrollo económico y su potencial.
¿Cómo apoyan la educación?
Nosotros como Save the Children uno de los temas que trabajamos fuerte es la educación temprana, porque estamos convencidos que entre más joven uno pueda meterse en los preescolares y asegurar que hay uno disponible a toda la niñez es fantástico, pero hay límites en los recursos de Estado, y yo creo que el Ministerio (de Educación) también considera que esto es importante, pero las asignaciones presupuestarias no son suficientes.
¿En cuanto a salud?
De alguna manera es la misma problemática. Todos los servicios sociales que el Gobierno brinde, cuando uno ve los recursos disponibles, Nicaragua ya es un país de renta media baja, pero sigue siendo un país pobre y entonces sus retos tienen que ver con asegurar que los recursos vayan directamente orientados. Nosotros vamos a argumentar que la inversión en niñez es primordial, es lo más importante y que va a dar buenos resultados al país, inversión que no vamos a tener la cosecha en dos años, pero sí en diez años o 15 años una cosecha mayor.
¿En qué medida considera que falta cumplimiento en los derechos de la niñez?
Hay acuerdos globales que todos los gobiernos han firmado, meterlos en acción es el gran reto y la problemática no es igual en todos los países y ni en todas las zonas de un mismo país. En algunos es la falta de acceso a la educación, acceso a los servicios básicos y en otros tiene mucho más que ver con la violación de sus derechos, por ejemplo en algunos países, estamos hablando de llevar a niños menores de 18 años a los juzgados de los adultos.
¿Qué otro tipo de violaciones identifican?
Muchas de las violaciones de los derechos de los niños se hacen en las casas, no se hacen a la vista de la sociedad y esto es mucho más complicado. El castigo físico es solamente un síntoma del abuso de los derechos de ellos. Nosotros entendemos que es un problema de ideales generacionales, pero se está trabajando en eso e ir haciendo progresos.
En cuanto a recursos, ¿América Latina ya no es prioridad para la cooperación internacional?
Es una realidad, hay menos recursos. Están pasando tres o cuatro cosas. Muchos países tienen recursos, en los años ochenta América Latina estaba quebrada, en los países había devaluaciones, cambio de títulos de la moneda, toda una crisis económica. En muchos países hoy la gestión macroeconómica está sana en general. La siguiente razón es el que tiene éxito está castigado (con la cooperación). Las estadísticas aquí se han mejorado. Estoy sentado aquí en la capital que sea París, Londres y veo las estadísticas y me dicen que hay 250 desnutridos en Somalia y en Nicaragua solamente hay 20, yo me voy a meter donde hay más. El tercer factor es que los problemas de América Latina tienen que ver con inequidad, no es que el conjunto de recursos es insuficiente sino que no se distribuye bien. Por ejemplo el hombre más rico del mundo es latinoamericano, entonces ciertos cooperantes dicen que también apoye un poco.
¿Desaparecerán los recursos?
No creo que la cooperación desaparezca por completo, pero sí va disminuyendo, está donde hay crisis humanitaria. Mi esperanza es que los países van a crecer e invertir en lo social.
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