Carla Torres Solórzano
El pequeño Sergio Cantarero sufrió asfixia durante el parto y, como consecuencia, sufre de parálisis cerebral. A sus tres años, sus movimientos son limitados.
Actualmente recibe terapia en el Centro de Atención Temprana en la ciudad de Juigalpa, con la esperanza de vencer los obstáculos que le impuso la vida al nacer.
Gladys Obregón, coordinadora del área de desarrollo psicomotriz del Instituto Médico Pedagógico Los Pipitos, manifestó que a los niños con este tipo de discapacidad, si se les atiende tempranamente, se les puede ayudar en su plasticidad cerebral, al aprovechar el espacio del desarrollo del niño y darle un tratamiento eficaz.
“El daño motor es la falta de capacidad del niño de moverse en el tiempo y su edad. Esto pueden venir desde la zona central del cerebro o de la zona periférica”, apuntó Obregón.
De igual forma explicó que la deficiencia motora se produce por algunas afectaciones, como parálisis cerebral; por mal formaciones congénitas, como la espina bífida, meningitis, traumas craneoencefálico, entre otros.
Además subrayó que hay niños que solamente tienen afectada el área física y se puede lograr que se mejore el área cognitiva e incluso pueden ser insertados en el sistema educativo sin dificultades.
En Los Pipitos también se prepara a la familia para que tenga en las mejores condiciones al niño, buena postura, aprenda a comer y pueda disfrutar en familia.
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