Un tribunal mexicano condenó a 38 años de cárcel a uno de los acusados por el homicidio de la periodista Regina Martínez en abril de 2012 en Veracruz (este), una región donde ese mismo año fueron asesinados otros cuatro reporteros, informaron el martes la fiscalía estatal y el medio de la periodista.
La sentencia, cuya rapidez plantea dudas a varias organizaciones de defensa de la libertad de expresión, determinó la corresponsabilidad del detenido en el homicidio y robo calificado contra la periodista, señaló la revista de investigación Proceso, que tenía a Martínez como corresponsal en el estado (región) de Veracruz.
Al sentenciado, detenido a finales de octubre pasado, se le impuso también una multa de 80,000 pesos (unos 5,000 euros ó 6,500 dólares) como reparación, señaló Proceso.
La revista de investigación Proceso reiteró la “incredulidad que el cuerpo directivo y periodistas han mantenido y mantienen” sobre las investigaciones judiciales. “No les creímos y no les creemos ahora que han sentenciado a quien no se puede defender”, subraya Proceso en su portal web, donde denuncia que “las huellas encontradas en el lugar del crimen no corresponden con las del hoy condenado, un analfabeta seropositivo que desde su primera declaración ante la juez ha alegado haber sido torturado por agentes de la Procuraduría para inculparse”.
Las autoridades siguen buscando a otro acusado de participar en el asesinato de la reportera, quien fue encontrada muerta con signos de estrangulamiento en su casa de la ciudad de Xalapa, capital de Veracruz. La Fiscalía de Veracruz sostuvo que el asesinato fue producto de un intento de robo a Martínez, que estaba especializada en asuntos de seguridad y política de Veracruz, uno de los estados más afectados por la violencia del crimen organizado.
Varias organizaciones de defensa de la libertad de expresión reclamaron que se investigara a fondo si el crimen estuvo relacionado con la labor periodística de Martínez.
“Este proceso fue muy rápido, plagado de dudas por parte de colegas y la propia revista Proceso”, comentó a la AFP Ómar Rábago, oficial de libertad de expresión y protección a periodistas en México y Centroamérica de la organización Article 19, con sede principal en Londres. “El problema es que desde el principio fue desechada la línea de investigación basada en su trabajo periodístico, que debe ser lo primero que se investigue en estos casos (…) Ahora deben abrir el expediente para resolver cualquier duda”, señaló Rábago.
México se ha convertido en los últimos años en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, con más de 80 comunicadores asesinados y 18 desaparecidos desde el 2000 y muy pocos de estos casos resueltos por completo.
De acuerdo con Article 19, cinco de los siete asesinatos de periodistas perpetrados el año pasado en México se cometieron en Veracruz, un estado que desde 2011 se cuenta -junto con los del norte del país- entre los más afectados por la violencia de los cárteles narcotraficantes y del combate militar contra ellos. “El de Regina es un pequeño caso dentro de un mar de agresiones en Veracruz”, recalcó Rábago.