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¡Péguele mecha!

Ernesto Soto Larios cuenta orgulloso que su hazaña como actor y director es haber puesto en escena la obra

Ernesto Soto. El teatro en su sangre

Arnulfo Agüero

Ernesto Soto Larios cuenta orgulloso que su hazaña como actor y director es haber puesto en escena la obra Péguele mecha compadre con más de 2,500 presentaciones, la mayoría en las comunidades rurales del país, en la que actúa como la Quecha, junto a los compadres Tello y Eugenio, personajes que ponen en escena la quema de la tierra con humor y gracia.

Péguele mecha compadre es una de las obras más representativas del grupo Quetzalcóatl creado en 1991, el cual dirige junto a su amigo Pablo Pupiro. Esta pieza teatral ha sido adaptada a historias del derecho al voto, género y salud ambiental, dice Soto al comentar que su estilo de hacer teatro es integral, visto desde la tragicomedia del campo, diversión, y educación social.

Explica, “un día la Quecha se lanzó hasta de alcaldesa —en sus variados papeles que representa en sus adaptaciones— y una de sus misiones era terminar con el problema ambientalista de las quemas”. Soto, además de ser actor, es director, docente, promotor cultural, dramaturgo y cuentista.

[doap_box title=”¿Magnolia a escena?” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Entre sus sueños pendientes está presentar en el teatro experimental Pilar Aguirre su obra Magnolia. “Vamos a comenzar con un proceso de selección de autores”, revela esperanzado de verla en escena y aplaudida su interpretación por el público y defensores de las mujeres que han sufrido violencia de toda índole.

Magnolia escapa de ser violada por su padre, llega a Managua como inmigrante, se vuelve vendedora de mangos, doméstica maltratada, se casa y es engañada por un ladrón. Para sobrevivir se hace la “loca” y comienza a pedir a la fuerza en las calles.

Encuentra a otra loca que se desnuda, esta le cuenta su historia parecida a la de ella. Muere la loca con su hijo, ella la carga en su carretón por las calles porque no tiene dónde velarla y sepultarla, la policía le quita el cadáver, y la mete a la cárcel. A pesar de su crudeza, el humor también es parte vital en este drama.

[/doap_box][doap_box title=”Tres monólogos” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

El año pasado escribió La Araña, tres monólogos interrelacionados que cuentan la historia de un transexual personificado en una prostituta; un homosexual que es un funcionario de una compañía; y un heterosexual vendedor de seguro; tienen relaciones sin preservativo y contraen sida.

El escribir, actuar y dirigir le ha significado muchos años de imaginar historias, ambientes, personajes, y realización. Soto nació un 22 de noviembre de 1964 en El Guapotal, de Matagalpa, y creció en el barrio Guanuca.

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DRAMATURGO

Su libro Neftalí , y otras obras de teatro, contiene piezas teatrales como, Siamesas , Amaranto , Neftalí , Isidra y El Barbero . Ha puesto en escena en los últimos tres años los guiones, La resma de papel , que habla de la corrupción; Magnolia , de la violación y maltrato; y La Araña , sobre la sexualidad masculina.

Tiene otras inéditas puestas en escena por Quetzalcóatl. Entre ellas, Hombre del mar , que alude al tema de género; Luz al fin , que habla del aborto; Amodio sobre la violación de menores de edad y embarazo; y Tiempo para amar , sobre el sida.

Su libro Cosas perdidas versa en personajes matalgalpinos con sus toques de humor. Esta es una edición especial de 25 ejemplares de gran formato, del cual posee solo uno. Traducido por Günther Schmigalle e ilustrado en Aguafuerte por Eckard Fröeschling, ambos alemanes.

Otras de las estelares presentaciones, del cual se siente orgulloso, fueron las realizadas en conjunto con la Asociación de Promotores de Cultura (APC), con el grupo de teatro Tasbanica, Madre Tierra, y Tierra Mía.

Se presentó 95 veces con la idea que los alcaldes reflexionaran sobre la importancia de destinar parte del presupuesto local al desarrollo cultural, la obra cuenta un poco la historia de El Güegüense que está perdiendo sus fuerzas y su historia.

Otro de los grupos que ha dirigido es Hayta (Hay teatro de agua). Con ellos ha expuesto sobre el medioambiente, el agua, y elaborado guiones. “Estos actores se han apropiado de los recursos del circo, y se siguen presentando en comunidades campesinas de Matagalpa, Estelí y La Segovia”, explica.

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SALUD DELICADA

No descansa a pesar de su delicado estado de salud. La diabetes le quita fuerzas, pero su espíritu y pasión por el arte, el amor a sus hijos, esposa, sus alumnos y el público le anima a seguir dando batallas, dice.

“A veces se asustan que no use catéter, y que saliendo de mis sesiones de diálisis, me vaya a presentar mis obras. A veces he escapado de desmayarme, pero creo que si estuviera en casa estuviera muerto”, revela.

¿Cómo llegás al teatro? “En 1977 cuando miré una obra del poeta Ciro que tenía que ver con la dictadura del entonces presidente Anastasio Somoza Debayle”, contesta. Su segundo contacto fue al escuchar la radionovela, Emiliano Santacruz, y los cuentos de Pancho Madrigal.

Su primer papel como actor aficionado fue Alfredo Stroessner en la obra La huida de Somoza . Entonces era un estudiante del Instituto Nacional Eliseo Picado.

Animado formó parte de grupo de teatro estudiantil Sofana, que dirigía el profesor Alan Stuart, quien le dio las primeras lecciones de teatro. Con Stuart y otros teatristas vinieron a Managua y participaron con la obra Súperman , así ganó el primer lugar en un festival nacional de teatro.

En la escuela

En la Escuela de Teatro de Managua recibió clases con la colombiana Oliver Fernández, Julio Saldaña, Alan Bolt y con profesores holandeses en el campo de la pedagogía. Bajo la dirección de Bolt llega a ser parte de la Compañía Teatral Nixtayolero.

Con él logra actuar en el teatro campesino El Carnicero. “El papel que hacía era la de una gallina, que jodía entre el público, decía malas palabras, y cosas así, ese fue mi primer personaje en el Nixtayolero”, confiesa Soto.

“El teatro popular o social cambia mucho a las personas, la idea es que este llegue a cambiar a la sociedad, pero eso es muy difícil porque no solamente depende del teatro. Lo primero en cambiar son en los que realmente hacen el teatro”, expresa convencido de su carrera y logros alcanzados.

Ernesto Soto Larios    Actor
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Ver en la versión impresa las páginas: 6 B

Cultura Ernesto Soto Larios Péguele mecha compadre archivo

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COMENTARIOS

  1. Katia Martinez
    Hace 11 años

    Bravo Soto…. nuestro gran maestro, un ejemplo de lucha, trabajo y amor por el teatro.

  2. Victor
    Hace 11 años

    felicidades gran amigo, cuidate, abrazos,

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