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“Le ganaremos a ese narco desgraciado”, grita una seguidora del oficialista Efraín Alegre. “Volverán los colorados para sacar a esos ladrones”, replica un dirigente del opositor Horacio Cartes: la euforia triunfalista marcó el cierre de campaña de los favoritos a alzarse con la presidencia de Paraguay. AFP

Cruce de agravios en fin de campaña electoral paraguaya

"Le ganaremos a ese narco desgraciado", grita una seguidora del oficialista Efraín Alegre. "Volverán los colorados para sacar a esos ladrones", replica un dirigente del opositor Horacio Cartes: la euforia triunfalista marcó el cierre de campaña de los favoritos a alzarse con la presidencia de Paraguay.

AFP

“Le ganaremos a ese narco desgraciado”, grita una seguidora del oficialista Efraín Alegre. “Volverán los colorados para sacar a esos ladrones”, replica un dirigente del opositor Horacio Cartes: la euforia triunfalista marcó el cierre de campaña de los favoritos a alzarse con la presidencia de Paraguay.

Con banderas al cuello, afónicos y convencidos de que vencerán el próximo domingo, Alegre, un abogado de 50 años senador y exministro, y Cartes, un multimillonario de 56 años recién llegado a la arena política, prometieron gobiernos para y por la gente en actos en Asunción y sus alrededores, alentados por el fervor de sus seguidores.

En el Parque Bicentenario Costanera, detrás del Palacio de Gobierno y en la avenida sobre el rio Paraguay que inició durante su gestión como ministro de Obras Públicas del gobierno de Fernando Lugo (2088-2011), el postulante del gobernante Partido Liberal dijo el jueves que la victoria está en manos del pueblo.

“El pueblo sabe donde está la mafia y donde está el Paraguay decente. Y el Paraguay decente va a triunfar el 21 de abril”, dijo Alegre, ovacionado por unos miles de personas.

Ficha de presentación de las elecciones presidenciales en Paraguay

En declaraciones a la AFP, Alegre dijo que Cartes “es la reafirmación del modelo del contrabando, la mafia, la piratería”.

Amas de casa, profesionales, funcionarios públicos, ganaderos, empleados, jóvenes y muchas mujeres movían banderas blancas y azules al compás de una cumbia pegadiza. Algunas insignias de disidentes del Partido Colorado, protagonista de la vida política paraguaya hasta que perdió con Lugo en 2008, sobresalían entre la multitud.

“Votamos por Alegre por la falta de renovación colorada”, dice a la AFP su líder, Hugo López, y asegura que una encuesta a nivel nacional da vencedor al postulante liberal con ocho puntos de ventaja, después del pacto electoral con los seguidores del fallecido caudillo Lino Oviedo.

Victorina, una funcionaria judicial de 54 años, madre de 11 hijos, es una de las fanáticas oviedistas que apoya a Alegre: “Lo extraño tanto. Lo mató la mafia del Partido Colorado. Seguro ganaba”, dice sosteniendo una pancarta con fotos de Lino O., como le llamaban sus adeptos.

Oviedo murió el 2 de febrero al estrellarse el helicóptero en que regresaba a Asunción tras una gira proselitista.

Alegre, que llegó al acto junto a su esposa Miriam Irún, prometió progreso y desarrollo con justicia social y alertó sobre un posible fraude electoral.

“Se equivocan los que andan queriendo comprar voluntades. El pueblo paraguayo no se vende”, dijo, antes de arengar en guaraní, idioma oficial en Paraguay junto con el español.

UN “TERREMOTO” COLORADO

Los colorados, que el jueves realizaron una caravana por seis puntos de la capital, vivaron a Cartes el miércoles durante su cierre de campaña en Fernando de la Mora, cerca de la capital, también pautada por discursos en guaraní y comentarios sobre enriquecimientos ilícitos de sus rivales liberales.

“Ustedes no van a ver a mis hijos pidiendo comisiones por allí, ni yendo a Yacyretá en avión ajeno”, dijo Cartes en alusión al presidente Federico Franco y al propio Alegre, acusado de financiar sus vuelos proselitistas con dinero de la entidad binacional.

“Muchos pensarán que hay un terremoto en Paraguay este domingo. Pero no será terremoto. Serán los colorados que regresan”, agregó el empresario, rodeado de dirigentes, entre ellos, la exprimera dama Mirta Gusinsky, esposa del expresidente Raúl Cubas (1998-1999).

Todo el mitín estuvo marcado por la mística del centenario partido, asociado con corrupción y clientelismo pero también con la refundación del país tras la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) y las grandes obras de infraestructura, como las represas de Itaipú y Yacyretá.

Desde el “hurrero” que vitoreaba a Cartes, a la polka típica y los militantes con pañuelo colorado y camisetas con la leyenda “Hemos vuelto”, todo aludía al pasado y también a la necesidad de rectificarlo.

“Vamos a un nuevo rumbo”, enfatizó Cartes, matizando su discurso con invocaciones permanentes a Dios de fuerza, energía y sabiduría. “Les voy a rendir cuentas”, prometió, golpeándose el corazón con la mano derecha y sonriendo.

Como Alegre, se comprometió a superar la pobreza en que está sumida el 40% de la población, y sobre todo, generar empleo.

Dos policías jubilados de 70 años no dudaban de que cumplirá y que le devolverá la gloria a su partido: “Es hombre de trabajo, no va a robar”.

Internacionales elecciones Paraguay archivo

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COMENTARIOS

  1. Juliana Irwin
    Hace 11 años

    Horacio Cartes y el partido colorado no ganarán, no volveremos a cometer el error de antes, no queremos otra dictadura como la de Alfredo Stroessner no, no no.
    Este 21 de abril, No votes por el narco candidato. Aparte nisiquiera tiene propuestas, su única propuesta es “robar menos”

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