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La migración: alivio y drama para Centroamérica

Una piedra pintada con los colores de la bandera de Estados Unidos anuncia la entrada a Intipucá, una ciudad salvadoreña renovada por las remesas de los emigrantes, que en Centroamérica son claves para mitigar la pobreza, pero conllevan un drama humano.

El Salvador/AFP

Una piedra pintada con los colores de la bandera de Estados Unidos anuncia la entrada a Intipucá, una ciudad salvadoreña renovada por las remesas de los emigrantes, que en Centroamérica son claves para mitigar la pobreza, pero conllevan un drama humano.

A 180 km al sureste de San Salvador, enclavada en una cordillera paralela a la costa del Pacífico, está la ciudad centroamericana ícono de la migración: tiene poco más de 7,000 habitantes y otros 5,000 en Estados Unidos, según las autoridades locales.

“Aquí la ciudad ha mejorado pero hay mucha pobreza todavía, lo ideal sería que Estados Unidos legalizara la situación de las personas que todavía no tienen documentos”, declaró a la AFP Jacqueline Portillo, directora de la Casa de la Cultura de Intipucá.

Portillo se refiere a la expectativa que despierta, sobre la reforma migratoria, la visita del presidente estadounidense Barack Obama, quien se reunirá con los mandatarios centroamericanos en San José el 3 y 4 de mayo, con quienes tratará los temas de seguridad y comercio, pero también de migración.

Un total de 5.3 millones de centroamericanos -en una región de 45 millones de habitantes-, sobre todo de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, vive en Estados Unidos. El total de las remesas equivale al 7% del Producto Interno Bruto (PIB) del istmo, según el subsecretario del Consejo Monetario Centroamericano, Ángel Arita.

En 2012, Guatemala recibió 4,781 millones de dólares (10% del PIB) en remesas, El Salvador 3,910.9 millones (16.4%), Honduras 2,960.2 millones (15.7%) y Nicaragua 1,014.2 millones de dólares (9.7%), según informes de los bancos centrales de esos países.

“En su mayor parte se van al consumo”, explicó Xiomara Hurtado, responsable de una jefatura del Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador.

INTIPUCÁ CITY, CIUDAD DEL DÓLAR

La Casa de la Cultura donde trabaja Portillo, además de calles, iglesias, casas e incluso el estadio han sido construidos en Intipucá “con la ayuda de los hermanos en Estados Unidos”, dice a AFP el alcalde Enrique Méndez.

“Intipucá prosperó exageradamente”, resume Óscar Chávez, un ingeniero de 53 años que concluyó sus estudios con el dinero que le envió su padre desde Estados Unidos.

Viejas casas de adobe fueron sustituidas por el concreto, algunas con arquitectura estadounidense. Su calle central lleva el nombre de un ex embajador estadounidense, William Walker, y hasta un certamen de belleza es llamado “Miss Intipucá-USA”.

Esta ciudad costera tenía al billete verde estadounidense como moneda desde antes que se dolarizara la economía salvadoreña en 2001.

“Las remesas nos han ayudado a tener una casa donde vivir y a tener la comida”, afirma a la AFP Dimas Arias, de 84 años, sentado en una de las bancas del “Parque Los Emigrantes” de Intibucá.

Arias, quien hace 30 años trabajó en Washington lavando platos, tiene a sus cinco hijos en Estados Unidos.

La migración en Centroamérica lleva el drama del desarraigo y la separación familiar, y la tragedia de muchos que son víctimas de crímenes, abusos, secuestros y explotación, en su travesía en busca del 'sueño americano'.

Unos 140,000 hombres, mujeres y niños cada año arriesgan sus vidas para llegar a México en ruta a Estados Unidos. Unos 20,000 migrantes son secuestrados anualmente en el camino, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos mexicana.

La migración ilegal de centroamericanos a Estados Unidos aumentó entre 1980 y 1996 por las guerras civiles que sufrieron Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Pero hoy el éxodo sigue.

“La mayoría migran por razones económicas, por la falta de empleo. Pero hay otro fenómeno, en los últimos años, causado por la violencia”, aseguró Elizabeth Enríquez, coordinadora de la Mesa Nacional para la Migraciones en Guatemala.

Según Enríquez, muchos “están huyendo de extorsiones y amenazas” en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), golpeado por la expansión del narcotráfico -sobre todo de los carteles mexicanos- y las violentas pandillas.

Pero muchos ven truncados sus sueños por las masivas deportaciones de indocumentados. En 2012, de Estados Unidos fueron deportados vía aérea 40,647 guatemaltecos, 32,000 hondureños y 19,685 salvadoreños, según datos de las oficinas de Migración.

Miles, no obstante, dejaron ya su tierra para no volver jamás. En la plaza central de Intipucá se erige el monumento al emigrante: tres pilares que sostienen una plataforma en la que un hombre con morral mira hacia la tierra que deja atrás. Es Sigfredo Chávez, el primer intipuqueño que emigró, en 1967, a Estados Unidos, donde murió sin cumplir su deseo de volver para quedarse.

Nacionales Centroamérica Migración archivo

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COMENTARIOS

  1. Alcaravan
    Hace 11 años

    La transferencia de riqueza sin costo, no genera la disciplinna del ahorro y de la inversion en pequenas empresas enprenderiles. La gente se acostumbra a la transferencia y se vuelve holgazana y perezosa, pierde la creatividad y a la larga es perjudicial.Si los gobiernos fueran + conscientes, deberian ayudar a crear escuelas tecnicas y ong’s que ayuden a crear peqns empresas a los que se quedan y mes a mes reciben ,lo que sus familiares con mucho esfuerzo envian.Entonces veriamos algo distinto.

  2. Carmen
    Hace 11 años

    Como es esto “Su calle central lleva el nombre de un ex embajador estadounidense, William Walker” Ese fue un criminal que quemo la ciudad de Granada en Nicaragua, Se eligio presidente de Nicaragua matando a tantos campesinos como los de la union y otros politicos nicaraguenses de peso, abusando y violando mujeres con sus filibusteros y despues la gente lo mato en Honduras.

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