El martes 23 de abril, el procurador general de la República, Hernán Estrada, fue el expositor en el tradicional almuerzo de la Cámara de Comercio Nicaragüense Americana (Amcham). El procurador Estrada informó en esa ocasión que el Estado ha pagado casi 1,300 millones de dólares por indemnización de la piñata sandinista, o sea la enorme cantidad de propiedades de personas particulares y empresas privadas que fueron confiscadas por la dictadura sandinista de los años ochenta; algunas de las cuales fueron utilizadas para programas de reforma agraria y urbana, pero la mayor parte pasó a manos de miembros del FSLN después de que perdió las elecciones del 25 de febrero de 1990 y de que entregó el Gobierno —aunque no el poder real— el 25 de abril de 1990.
Según el funcionario encargado de los problemas de la propiedad, los casi 1,300 millones de dólares que se han gastado en indemnización a los confiscados, se pagaron desde 1996 hasta 2013. E informó que el gobierno de Daniel Ortega es el que menos ha pagado, pues desde 2007 hasta ahora “solo” ha asignado 72.4 millones de dólares para ese fin.
El pago de la piñata sandinista equivale a más de sesenta millones de dólares anuales y se dice que con esto se ha comprado la paz social, pues de otra manera, para devolver sus propiedades a los confiscados se hubiera tenido que desalojar a decenas de miles de personas y sus familias que fueron beneficiadas por las reformas estructurales y sociales impulsadas por la revolución sandinista.
Pero el problema real no ha sido ese, sino que la mayor parte de esa cuantiosa suma de dinero público, se ha usado para pagar las mansiones, empresas, haciendas, latifundios y otros cuantiosos bienes que fueron piñateados por los mandos superiores e intermedios del régimen sandinista de los años ochenta, tanto civiles como militares.
Precisamente ayer se publicó en la sección económica de LA PRENSA, Activos, la información de que en los últimos 11 años los ingresos del Estado por concepto de impuestos tuvieron un asombroso crecimiento de casi 200 por ciento. Sin embargo, a pesar de ese impresionante aumento de la recaudación del Estado, el índice de pobreza fue reducido apenas en un mísero 3.3. por ciento, en el período de 2001 a 2009, ya que gran parte de los recursos obtenidos se tiene que asignar al pago de deuda pública como la creada por la piñata sandinista.
Todos los nicaragüenses pagamos por fuerza el costo de la piñata sandinista que disfrutan unos pocos, pero ni siquiera podemos conocer el detalle de lo que se nos obliga a pagar. Es una deuda pendiente con la ciudadanía, la información en detalle de lo que paga con sus impuestos, en este caso la lista completa de las propiedades y otros bienes afectados por la piñata sandinista, los nombres de todos los piñateados y piñateros, los montos de las indemnizaciones pagadas hasta ahora, caso por caso. Así como también, saber cuántos y quienes de los confiscados han sido indemnizados más de una vez, o de manera sobrevalorada, como el caso del famoso dueño del “burrito de Kentucky”.
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A