José Denis Cruz y José Garth
La Reserva de Biosfera Bosawas ha perdido más de 100,000 hectáreas de bosques y las consecuencias son catastróficas.
El ambientalista Jaime Íncer Barquero se atreve incluso a catalogar de alarmante la deforestación que ha sufrido este corredor biológico en los últimos años.
“Un veinte por ciento del núcleo de Bosawas ha sido destruido”, advierte Incer Barquero. Pero Bosawas —dice el ambientalista— tiene tiempo de estar en riesgo, debido a que nunca hubo presencia de las autoridades en el llamado “pulmón de Centroamérica”.
Ahora los indígenas mayangnas señalan, entre las afectaciones, la inseguridad alimentaria que viven.
El presidente de la nación mayangna, Aricio Genaro, señaló que especies de flora y fauna han desaparecido en la Reserva de Biosfera. “La deforestación ha repercutido en la seguridad alimentaria comunitaria, en la pérdida de la biodiversidad y en la pérdida de la cultura indígena. Ya no hay subsistencia alimentaria”, aseguró el dirigente mayangna.
Para el próximo 8 de mayo, la comunidad mayangna tiene previsto realizar un plantón en la capital para que sus demandas sean escuchadas por el Gobierno, con quien sostendrán una reunión el 9 de mayo.
En dicha cita le harán saber al Gobierno que aún no tienen claras las funciones de las instituciones que llegaron el viernes pasado a analizar el problema en Siuna. “La gestión gubernamental no ha sido efectiva. El Gobierno no ha hecho nada”, dijo el presidente de la nación mayangna.
08 mil kilómetros cuadrados.
09gobiernos territoriales.
40 mil indígenas.
75 comunidades.
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“NO NOS TOMARON EN CUENTA”
Según Genaro, la comunidad mayangna no fue invitada a la reunión interinstitucional realizada en Siuna, el viernes último.
Ahí estuvieron presentes el segundo jefe de la Policía Nacional, comisionado general Francisco Díaz; el jefe del Estado Mayor del Ejército de Nicaragua, general Oscar Balladares Cardoza; el procurador general de la República, Hernán Estrada; la titular del Marena, Juana Argeñal; el magistrado de la Corte Suprema, Marvin Aguilar y la subdirectora del Ministerio Público, Ana Julia Guido.
Sin embargo, el líder indígena sostuvo: “Nos dijeron que era una actividad gubernamental, pero no participamos como actores principales”. Para él, los programas para la defensa de la Madre Tierra no tienen sentido si no se incluyen a las comunidades indígenas. “La nación mayangna está preocupada por lo que está ocurriendo”, dijo.
Aun cuando el Gobierno delegó a una comisión interinstitucional, a través del Decreto Presidencial 15-2013, para enfrentar el problema de Bosawas, los indígenas desconocen las medidas que se van a adoptar para revertir el daño.
TRAS TRAFICANTES
La comisión interinstitucional reunida recientemente en el Batallón Ecológico de Siuna anunció que pondrán mano dura contra los depredadores de Bosawas. Para ello harán desalojos y buscarán a los traficantes de tierra que han provocado el daño en la reserva biológica.
Hasta el momento, las autoridades tienen identificados a unos veinte traficantes de tierra, entre los que se encuentran abogados, registradores, auxiliares de alcaldes y otros funcionarios.
En los diagnósticos que ha hecho la comisión interinstitucional en Siuna, determinaron que abogados de la región han elaborado escrituras que benefician a algunos colonos en Bosawas.
NUEVA REUNIÓN
Una fuente institucional dijo a LA PRENSA que los titulares programaron otra reunión en la que acordarán cómo se ejecutarán los desalojos.
Posterior a ello, se van a buscar lotes de tierras para reubicar a aquellas familias pobres que verdaderamente lo necesiten. Sin embargo, los tomatierras serán encarcelados y acusados en los tribunales correspondientes, por delitos ambientales y otros cargos.
Los indígenas mayangnas, por su parte, solo piden que el Gobierno los vea con otros ojos, al ser los más perjudicados con la deforestación que sufre Bosawas.
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