Managua/ACAN-EFE
Dirigentes de los gremios de trabajadores de Nicaragua expresaron hoy su satisfacción por la decisión del gobierno de aplazar hasta después de 2013 una reforma a su sistema de seguridad social, a como lo había acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Esto (aplazar la reforma a la seguridad social) nos va a permitir hacer asambleas y llegar hasta el último trabajador para hacer una reforma acorde a la realidad nacional”, declaró a Acan-Efe el secretario general de la Central Sandinista de Trabajadores, Luis Barbosa.
El jefe del grupo parlamentario oficialista, Edwin Castro, anunció en la víspera a los periodistas que este año no impulsarán la reforma a la Ley del Instituto Nicarag ense de Seguridad Social (INSS) y, particularmente, al fondo de pensiones.
“El anuncio es un triunfo de los trabajadores que se han opuesto categóricamente a la propuesta de reforma, pero ahora tenemos una espada de Damocles porque no sabemos si van a tocar el tema dentro de siete meses, o un año y medio”, dijo a Acan-Efe el presidente de la Confederación Unitaria Sindical (CUS), José Espinoza.
El FMI ha propuesto a Nicaragua aumentar de 60 a 65 años la edad de jubilación y duplicar de 750 a 1,500 las semanas de cotizaciones al INSS, lo cual ha sido rechazado por sindicatos locales.
Para el experto en temas sobre seguridad social y economía, Jorge Toledo, la decisión del gobierno no es más que una “retirada táctica”.
“Ya estamos acostumbrados a esto. Ellos primero meten el cuchillo al pueblo hasta donde resista, después lo van sacando y probando hasta que el pueblo deje de reclamar”, señaló Toledo a Acan-Efe.
“Si quisieran arreglar el asunto, asumirían la deuda que el gobierno tiene con el INSS de 102 millones de dólares, pero no les conviene ni al gobierno ni al FMI, así que mejor lo ignoran”, añadió.
No obstante, para el especialista en seguridad social, Manuel Ruiz, el posponer al menos por un año la reforma “es una oportunidad para que los trabajadores impongan su propuesta acorde a la realidad nacional”.
“El anuncio es positivo. Hemos demostrado con números que Nicaragua no necesita aumentar la edad ni las cotizaciones, sino ampliar su cobertura. No podemos continuar con sólo un 20 % de asegurados, debemos lograr el consenso”, indicó Ruiz a Acan-Efe.
Según el Ministerio del Trabajo, en este país existen 643,538 empleados que cotizan al INSS y, de acuerdo con medios oficiales, 134,296 jubilados reciben sus pensiones de vejez.
El FMI, además, ha pedido al gobierno de Nicaragua disminuir la informalidad de su mercado laboral, que alcanza el 70 %, segmento que obtiene bajos salarios, no tiene acceso a la seguridad social y permanece bajo el umbral de la pobreza, según cifras oficiales.