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J. Eduardo Ponce Vivanco

Unasur: ¿presos en nuestra propia trampa?

Consciente de que las decisiones de Unasur se toman por unanimidad, el canciller de Perú se lanzó un salvavidas para evitar la censura parlamentaria. Su iniciativa de promover otra declaración de la Unasur, reiterando la invocación al diálogo y la tolerancia en Venezuela, incluida en la Declaración de Lima aprobada por Nicolás Maduro, ha sido suficiente para desatar su paranoia prepotente y su inseguridad en el cargo. Exhibiendo finos modales, llamó en consulta a su embajador, exigió disculpas y ofreció “meternos” una nota de protesta. Luego, olvidó todo después de que el embajador llamado habló con el presidente Humala.

Caracas ofendió al Gobierno a pesar de sus esforzados servicios desde la presidencia de la Unasur. Castigo divino al que confraterniza con déspotas que ni siquiera entienden las formas que caracterizan el trato entre Estados civilizados. Es lamentable que Sudamérica no solo haya sido infestada por el estilo grosero del difunto Chávez, sino por sus tropelías autoritarias y las constituciones refundacionales “con que ha popularizado las reelecciones (auténticas o conyugales)”.

La Unasur ha sido el mecanismo privilegiado por Alba y Mercosur para que nuestras naciones incumplan las obligaciones internacionales que contrajeron en la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana firmada en Lima.

Por eso es tan significativa la declaración de Amigos de Venezuela, colectivo que reúne a personajes de todo el espectro político, salvo el partido de gobierno. Después de escuchar a los brillantes diputados venezolanos que nos visitaron, nos pronunciamos y exigimos que se condenen los violentos abusos contra la oposición, apoyamos las nuevas elecciones que pide el señor Capriles, e hicimos demandas fundamentales, invocando el cumplimiento de las obligaciones internacionales que establece la Carta Democrática Interamericana: convocatoria inmediata al Consejo Permanente de la OEA para examinar la situación en Venezuela y considerar la conveniencia de una Asamblea Extraordinaria que evalúe la suspensión de su membresía. Solicitamos también que se llame en consulta al embajador chavista que tenemos en Caracas.

Frente a los exabruptos de Maduro, reiteramos estas demandas con especial énfasis en la necesidad de cumplir las obligaciones internacionales que “todos” los miembros de la OEA —incluidos los de la Unasur— han contraído en la Carta Democrática Interamericana (CDI). Ella dispone la inmediata reunión de su Consejo Permanente (Arto. 20) para estudiar los atentados contra la democracia y la violencia contra el pueblo venezolano que defiende su voto en unas elecciones fraudulentas, lamentablemente convalidadas por Sudamérica mediante la Misión de Acompañamiento Electoral de la Unasur y la presencia mayoritaria de sus presidentes en la juramentación de Maduro. Lo que corresponde ahora es plantear la suspensión de Venezuela de la OEA, para lo que debería convocarse una Asamblea Extraordinaria (CDI, Arto. 19).

Lo que ocurre en la tierra de Bolívar será una divisoria de aguas en las Américas, porque obligará a que los gobiernos sinceren y definan su posición frente a la democracia representativa y el Estado de Derecho. La presencia del Alba (Venezuela, Ecuador, Bolivia y Surinam) y de Argentina, Brasil y Uruguay en la Unasur impedirá los consensos que ese organismo requiere para tomar decisiones sobre la crisis venezolana. De allí la clara necesidad de revitalizar la OEA y exigir a sus miembros que hagan honor a las obligaciones jurídicas que ignoran, permitiendo así las transgresiones al Estado de Derecho y a la democracia que asuelan a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina.

¿Conviene a nuestras democracias una Unasur donde la mayoría no defiende la democracia? El autor es embajador peruano. ©FIRMAS PRESS


Opinión trampa UNASUR archivo

COMENTARIOS

  1. Hace 11 años

    Suspender a Venenzuela en la OEA? suena como una buena idea, pero tambien sabemos de la complicidad de muchos miembros de ese organismo compradas a base de la prolifera cartera petrolera de Venenzuela y de la complicidad de paises timoratos, quienes son incapaces de tomar y llamar las cosas tal como son y se esconden en la exclusividad del club de presidents, protegiendose los unos con los otros y dejando que los abusos de los gobernanates del ALBA, se sucedan asi como sus vulgares demandas

  2. Andrew Herrera-Meza
    Hace 11 años

    me recuerda el caso del embajador de Panama ante la ONU-OEA Sr COCHé) que fue destituido por decir la verdad de la situacion Vnzl, dijo que el dictador golpista habia muerto desde diciembre (lo mas obvio), y alli influyó el ladron de elecciones Vnzl el maduro, que llamo a martineti (pres Panameño) y dió instrucciones que lo destituyera, pero vemos que poco a poco van surgiendo en naciones democraticas y NO democraticas politicos con Dignidad, en Nic estamos esperando a la OPOSICION su opinio

  3. ramon
    Hace 11 años

    Lo que pasa es que muere lentamente un viejo sistema nacido bajo las premisas de la doctrina Monroe”no es lejano el dia q’la bandera de eu hondee desde Alaska hasta tierra de fuegos por designios de la divina providencia”ese tren para el cual tu trabajas esta destartalado y no tiene compostura(los carros de ese tren son la oea,el tiar,la oficina de derechos humanos con todos sus timones en Washington), ese tren destartalado ya fue sustituido por otro q’trae el renacimiento de la Nacion LA.

  4. Silvio Avilez Gallo
    Hace 11 años

    Es triste ver el silencio y la indiferencia de la comunidad internacional, especialmente de los países democráticos. La OEA ha demostrado su pasividad y complicidad con los dictadores. Y la Carta Democrática Interamericana todavía no ha sido invocada por ningún miembro. El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.

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