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Lazos para toda la vida

Compañeros de juegos, travesuras, aprendizajes y los mejores amigos en casa. Con los hermanos se aprende a compartir, ceder, querer y defender. Pero a veces una linda relación puede ser marcada por pleitos. Hay quienes afirman que las discusiones entre hermanos son normales. Las razones pueden ser múltiples, entre ellas: la convivencia, los celos y la intolerancia.

ELBA CRISTINA PARRALES

Compañeros de juegos, travesuras, aprendizajes y los mejores amigos en casa. Con los hermanos se aprende a compartir, ceder, querer y defender. Pero a veces una linda relación puede ser marcada por pleitos. Hay quienes afirman que las discusiones entre hermanos son normales. Las razones pueden ser múltiples, entre ellas: la convivencia, los celos y la intolerancia.

La psicóloga Ledia Gutiérrez afirma que las situaciones de pleitos entre hermanos a veces se dan cuando los padres hacen preferencias desde que son niños. Como consecuencia habrá siempre una rivalidad aún cuando sean adultos.

Y así como las preferencias, también las comparaciones, como por ejemplo: si uno es más ordenado, inteligente o más cariñoso. Esto conlleva a que los hermanos tengan pleitos y discusiones por cualquier roce.

“Las personalidades, gustos y preferencias a veces son motivo de roces entre hermanos. Pero el problema está cuando los padres contribuyen inconscientemente a que los hermanos no se lleven bien. Hacer comparaciones o preferencias entre uno de los hermanos es maltrato psicológico. Esto crea disgusto y se manifiesta con rebeldía, celos y envidia que pueden llegar lejos, hasta dejar de hablarse por meses, años o nunca reconciliarse”, asegura la psicóloga.

Cuando son niños

Las discusiones que se pueden llevar a cabo entre hermanos cuando son adultos, a veces pueden ser producto de situaciones que vivieron siendo niños y que causó un trauma aún no superado.

Gutiérrez afirma que es importante que los padres preparen al hijo mayor y lo involucren en la alegría que da cuando un hermanito está por nacer.

“Cuando hay muchos años de diferencia entre los hermanos, los padres deben evitar mimar tanto al nuevo bebé y descuidar al hermano mayor. También los padres deben evitar darle responsabilidades de hermano mayor, como cuidarlos o exigirles y presionarlos a que deben ser un buen ejemplo”, recomienda la psicóloga.

Mi hermano, mi amigo

La diferencia de personalidades a veces es motivo de discusiones, pero si desde pequeños se forma una relación de compañerismo, solidaridad, cariño, complicidad, pueden llegar a ser grandes amigos. Por ello, los pleitos de niños pueden ser las anécdotas que contarán cuando sean grandes. Lo importante, afirma Gutiérrez, es fomentar el respeto y la comunicación.

Es primordial no sobredimensionar una discusión y evitar llegar a la violencia.

Es natural que los hermanos tiendan a competir, destacarse más que el otro, lucirse frente a los padres, pero estos deben educarlos de manera que puedan competir, pero apoyándose mutuamente, ayudándose a que cada uno logre sus metas favorablemente.

El papel de los padres para que exista una buena relación entre los hermanos es promover la unidad familiar. De esta manera, cuando haya un pleito, sabrán que lo más importante es resolver las diferencias y mantenerse unidos.

Asimismo, inculcarles valores como la generosidad, tolerancia y solidaridad puesto que les ayudará a resolver sus problemas favorablemente.

Nosotras cariño Hermanos archivo

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