Una huelga general convocada por la Central Obrera Boliviana cumplió ayer su segundo día con la paralización de actividades de la mayor mina de estaño y el cierre de importantes rutas, entre ellas las que conducen a Chile y Argentina.
La COB rechazó el llamado del gobierno al diálogo y exige una negociación directa con el presidente Evo Morales, quien acude a una cumbre en Oceanía.
El conflicto estalló por la demanda de una jubilación equivalente al cien por ciento del salario.
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