Guatemala/ACAN-EFE
El exdictador José Efraín Ríos Montt, para quien la Fiscalía pide 75 años de prisión por haber ordenado la muerte de 1,771 indígenas ixiles y por crímenes de guerra, se declaró ayer inocente de los cargos ante el Tribunal Primero A de mayor Riesgo.
El general de 86 años aseguró que “nunca” autorizó, firmó, propuso ni ordenó “que se atentara contra una raza, una etnia o una religión”. “Nunca lo hice. Y de todo lo que han dicho no ha habido ninguna prueba que evidencie mi participación”. Ríos Montt, gobernó de facto Guatemala entre marzo de 1982 y agosto de 1983.
Ríos Montt negó que en ese período haya tenido conocimiento de las acciones contrainsurgentes que realizan las Fuerzas Armadas. “Aquí no hay cadena de mando, solo jerarquía. Pero hay autonomía de mando, y esa la da la jurisdicción de cada uno. En el área Ixil, el responsable era el comandante de Quiché, o de Gumarcaj, o en última instancia el comandante de patrulla, pero eso lo tiene que definir el Ministerio Público”, indicó.
El abogado Francisco García Gudiel, defensor de Ríos Montt, al presentar las conclusiones del juicio dijo: “Me atrevo a pedir, por la falta de pruebas, la absolución total” de Ríos Montt, quien “tomó la decisión histórica de afrontar el momento coyuntural que se le puso en sus manos” de gobernar el país.
García también responsabilizó al Ejército Guerrillero de los Pobres, la organización insurgente que operó en las zonas del Triángulo Ixil, en el departamento de Quiché, de haber involucrado a los civiles en la guerra.
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