La presidenta argentina, Cristina Kirchner, anunció en la noche del jueves que se elevó de 51 a 60 el cómputo oficial de muertos por el temporal e inundación en la ciudad de La Plata (a 63 kilómetros al sur) el 2 y 3 de abril pasados, tragedia que atribuyó a “la desidia o a la falta de políticas activas” para prevenirlo.
“El informe oficial era de 51 fallecidos. A partir de allí, hubo una polémica entre las autoridades. Hoy oficialmente se han admitido, desgraciadamente, 60 personas fallecidas”, dijo la mandataria en un discurso por la cadena oficial de radio y televisión.
Kirchner aseveró que “esta verdadera tragedia, en verdad fue por la desidia o la falta de políticas activas para prever situaciones de esta naturaleza”.
La presidenta dijo que se presentaron más de 70,000 solicitudes de subsidios a damnificados, de los cuales se ha efectivizado la mitad de ellos, por un total de 223 millones de pesos (unos 42 millones de dólares).
Además de las 60 víctimas mortales en La Plata, se registraron ocho muertes en la capital y su periferia, según las cifras oficiales.
Un diluvio sin precedentes dejó bajo el agua a la cuarta parte de La Plata, una de las más grandes ciudades argentinas, con 900,000 habitantes, con unos 350,000 afectados directa o indirectamente.
Algunos ambientalistas y arquitectos coincidieron en señalar entre las causas del desastre la edificación sin freno ni control, la carencia de alertas de la crecida y la falta de obras de infraestructura.