Wendy Álvarez Hidalgo
Detrás del despegue económico de Brasil hay un grueso tejido de micro, pequeñas y medianas empresas. En gran medida, ellas son las responsables de que hoy ese gigante de América del Sur se codee con los países ricos, y sea tratada como economía emergente junto con India, Rusia, China y Sudáfrica, el clan conocido como los países BRICS.
Luis Enrique Lacayo, presidente de la Universidad Iberoamericana de Ciencia y Tecnología (Unicit), dice que desde las universidades están trabajando para que estudiantes mediante acompañamiento ayuden a las pymes.
Es por esa razón que unos veinte investigadores académicos latinoamericanos y 18 nicaragüenses durante tres días discutieron en Managua planes de apoyo para las pymes. La idea es diseñarle a algunas pymes sus planes de negocios para que estas busquen financiamiento y asistencia técnica.
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¿Cómo han logrado las pymes brasileñas catapultar esa economía? Peter Bent Hansen, profesor de la pontificia Universidad Católica do Río Grande do Sul, cuenta que hace más de una década el gobierno de Brasil comprendió que en las pymes estaba la llave hacia la prosperidad. Rápidamente creó un plan nacional estatal de financiamiento, diseñó programas de capacitación y consultoría, de apoyo para que estas obtuvieran la certificación internacional de sus productos y les apoyó para que se encaminaran hacia la modernización y la innovación.
Y lo logró. Y los resultados tuvieron un impacto estrepitoso en la economía. Hoy Brasil es la economía más pujante de América Latina, la sexta mayor del mundo por Producto Interno Bruto (PIB) nominal y la séptima mayor por paridad del poder adquisitivo.
“En los últimos años desde el gobierno de Lula (Luiz Inácio Lula da Silva 2003-2010) y ahora el de la presidenta Dilma (Rousseff) han extendido un plan de microcrédito de bancos oficiales, no privados porque tienen tasas muy altas, para las pymes, y eso ha dinamizado el proceso de crecimiento y fortalecimiento de las empresas familiares”, afirma Bent, quien señala que en este esquema el Gobierno también diseñó un paquete de incentivos para aquellas universidades que apoyen a las pymes con asesoría y asistencia técnica.
A TOMAR EL EJEMPLO
Por esa razón Luis Enrique Lacayo, presidente de la Universidad Iberoamericana de Ciencia y Tecnología (Unicit), es enfático al asegurar que Brasil es el ejemplo más exitoso de crecimiento de las pymes en América Latina.
En ese país del sur, el 85 por ciento del tejido empresarial está compuesto por micro, pequeñas y medianas empresas, y hasta tienen un trato fiscal diferenciado respecto a las grandes empresas, afirma por su parte Bent.
“En años pasados había una tasa de mortalidad de pyme muy alta, solo vivían cinco años y luego morían. En los últimos diez años esa cifra se ha revertido y hoy sobreviven mucho más tiempo”, señala el catedrático brasileño, quien esta semana visitó Nicaragua participando en un encuentro de la Fundación Análisis Estratégico para el Desarrollo de la pyme (Faedpyme).
“Las pymes también son responsables de que la renta media en Brasil haya crecido rápidamente”, enfatiza.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
En Nicaragua y en la mayoría de los países de América Latina, en cambio, la realidad de las pymes es otra: Lacayo estima que de cada 4,000 pymes que se crean, solo 500 sobreviven y gran parte porque no tiene capital para invertir en sus procesos productivos, algo que también secunda Domingo García Pérez de Lema, catedrático de la Universidad Politécnica de Cartagena, España.
García, codirector de Faedpyme, advierte que la globalización dificulta aún más el desempeño y sobrevivencia de las pymes, porque les exige más competitividad, mayor innovación en sus servicios, mayor eficiencia. “Tienen éxito las que consiguen tener productos más competitivos, productos innovadores, con menores costos”, afirma.
El experto español señala que uno de los riesgos que tienen las pymes en América Latina, y en países como Nicaragua, es que son “demasiado” pequeñas, “eso significa que para ellas buscar recursos es más difícil”, lo que ocasiona que estas tengan baja probabilidad de internacionalizarse.
De ahí, añade, la necesidad de ayudarle a crecer o bien buscar cómo asociarse, “para limitar un poco el impacto de competir en el mercado global”. ¿Cómo hacerlo? Mirando modelos como Brasil, México, Chile o bien Colombia.
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