GUATEMALA/AFP/ACAN-EFE/AP
232 víctimas de la matanza de 1,771 indígenas ixiles, por la que se condenó a Ríos Montt, fueron identificados plenamente con nombre y apellido. De estos, 197 fueron identificados por edades, de los que se pudo establecer que 88 fueron niños asesinados.
200,000 muertos dejó la guerra civil que se vivió en Guatemala entre 1966 y 1996. Además, se registraron 45 mil desaparecidos y más de un millón de desplazados internos.
Desde 1974, cuando se presentó como candidato presidencial del desaparecido partido Democracia Cristiana, hasta la fecha, Ríos Montt ha sido uno de los más destacados y polémicos protagonistas de la vida política de Guatemala. Resaltó como militar de línea dura, pastor de una congregación evangélica fundamentalista, mesiánico líder político de derechas, eterno aspirante a la Presidencia, e ícono de la brutal represión desatada por el Ejército durante los años más cruentos de la guerra interna.
Después de un largo proceso judicial que se inició en el año 2000 con las denuncias presentadas en su contra por organizaciones de supervivientes y familiares de las víctimas de la cruenta represión desatada por el Ejército a su mando en contra de civiles, la Justicia le ordenó pagar por lo que él siempre calificó como “excesos”.
[/doap_box]
“El acusado es responsable como autor del delito de genocidio y (…) se le impone una pena de 50 años inconmutables, y el acusado es responsable contra los deberes de la humanidad (crímenes de guerra) cometido en contra de la vida e integridad de los pobladores civiles y (…) se le impone la pena de 30 años de prisión inconmutable”. Así anunció ayer la jueza Jazmín Barrios, al leer la histórica sentencia al exdictador José Efraín Ríos Montt.
“Es un show político internacional que va a afectar el alma y el corazón del pueblo guatemalteco, pero nosotros tenemos paz porque nunca derramamos o no nos manchamos las manos de sangre de nuestros hermanos”, declaró Ríos Montt a los periodistas antes de su traslado al cuartel militar Matamoros. Ríos Montt se convirtió en el primer exjefe de Estado de Guatemala en ser condenado por genocidio y delitos de lesa humanidad perpetrados por el Ejército durante el conflicto armado (1960-1996).
“Este es un paso increíblemente importante para la justicia y la rendición de cuentas en Guatemala”, declaró el director para México y Centroamérica de la organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional.
El jefe de inteligencia de Ríos Montt, José Rodríguez Sánchez, fue absuelto. “La duda favorece al reo, nos inclinamos en absolver” a Rodríguez, dijo la presidenta del tribunal, Yassmín Barrios.
APELARÁN SENTENCIA
Francisco Palomo, abogado de Ríos Montt, dijo que va a apelar la condena “inmediatamente”. “Es una sentencia injusta. Nosotros ya sabíamos que lo iban a condenar, incluso el general venía con su maleta hecha porque sabía que se iba a cambiar de domicilio”, agregó.
“No queremos que hechos de esta naturaleza vuelvan a repetirse”, dijo Barrios. “Deja abierto para que el Ministerio Público siga investigando para ver quiénes más pudieran estar involucrados en estos hechos”, señaló Barrios, mientras alrededor de mil personas, los presentes en la audiencia, interrumpían sus palabras con aplausos. Los presentes cantaron al unísono “solo queremos ser humanos”, primero en maya y luego en español.
“¡Gracias, gracias! que fue condenado por genocidio, ¡se hizo justicia a mi hermano Eduardo!”, gritó una mujer asistente a los jueces durante la audiencia de juzgamiento.
Los fiscales creen que Ríos Montt debió haber tenido conocimiento de las masacres de los indígenas cuando gobernó Guatemala, cuando se registraron los más cruentos enfrentamientos de la guerra civil.
El tribunal emitió sentencia 13 años después de haberse denunciado la muerte de miles de indígenas maya-ixiles en el gobierno de facto entre 1982 y 1983. Durante el juicio, que inició el 19 de marzo, caracterizados porque la defensa del exgeneral presentó constantemente recursos judiciales, el tribunal compuesto por tres jueces escuchó los testimonios de decenas de mujeres que narraron violaciones masivas de las que fueron víctimas mientras que decenas de hombres narraron los detalles de las muertes, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, y saqueos a los que la comunidad fue sometida por soldados del ejército de Guatemala.
En las audiencias, un testigo protegido identificó al actual presidente de la república, general Otto Pérez Molina, de haber participado en las masacres en el área de Nebaj. El mandatario dijo que las acusaciones del testigo son falsas.
“Esta decisión corona 15 años de esfuerzos incansables de las víctimas y los defensores de los derechos humanos para obligar a Ríos Montt a rendir cuentas por genocidio y delitos contra la humanidad”, informó el Centro por la Justicia y la Rendición de Cuentas, establecido en San Francisco.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 A