AFP
El conflicto del mayor sindicato de Bolivia, la izquierdista COB, que lleva dos semanas en reclamo de mejores jubilaciones, corre el riesgo de radicalizarse esta semana con la movilización de organizaciones indígenas en defensa del gobierno de Evo Morales, que denunció afanes golpistas.
La izquierdista Central Obrera Boliviana (COB) cumple dos semanas de una huelga de labores en el país, que se acata principalmente en los sectores de la minería estatal, la educación pública y las universidades, e incluye cortes esporádicos de ruta, para exigir al Gobierno una jubilación con el ciento por ciento de sus salarios, mientras que el poder ejecutivo dijo que el beneficio puede llegar desde un setenta hasta ochenta por ciento.
A pesar de la huelga, el sector de la empresa privada, la administración gubernamental, de alcaldías y gobernaciones, los mercados de abasto y el resto de los servicios públicos han trabajado con normalidad, según ha reportado el Ministerio de Interior. Tras una pausa del fin de semana en la que conminó al Gobierno a dialogar, la COB planea retomar sus protestas hoy, anunció su dirigente José Luis Delgado.
La COB envió el sábado una carta al Gobierno convocándolo a sentarse al diálogo, interrumpido hace una semana, cuando recrudecieron las protestas callejeras y se reportaron enfrentamientos con la Policía que dejaron una treintena de heridos en varias ciudades del país.
Los sindicatos van a concentrar sus reclamos en La Paz, sede de Gobierno. El mandatario ha llamado a sus bases electorales a defenderlo.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 A