WASHINGTON/AFP
El presidente estadounidense, Barack Obama, elogió este lunes las reformas de su homólogo birmano, Thein Sein, pero advirtió que debe cesar la violencia contra la minoría étnica musulmana.
Al darle la bienvenida a Thein Sein, que realiza la primera visita de un mandatario birmano a Estados Unidos en casi medio siglo, Obama hizo referencia a Myanmar, en lugar de Birmania, lo que se interpretó como un gesto simbólico en momentos en que Washington apoya todos las iniciativas que puedan conducir a una democracia plena en ese país.
Obama dijo durante el encuentro en el Salón Oval, que las relaciones complejas entre ambos países, habían mejorado gracias al “liderazgo que ha mostrado el presidente Sein para llevar a Myanmar por una senda de reformas políticas y económicas”.
Dijo que Sein había realizado “esfuerzos genuinos” para resolver el intrincado y extenso conflicto étnico que ha afectado al país, pero abogó por la protección de la minoría musulmana Rohingya.
Obama expresó su “profunda preocupación por la violencia”, contra comunidades musulmanas en el interior del país.
“El desplazamiento de personas, la violencia dirigida en contra de éstas debe parar”, agregó.
Thein Sein dijo a los periodistas (mediante un traductor) que aunque su país enfrentaba “varios desafíos”, él estaba agradecido del compromiso adoptado por Obama con su país, que afirmó que había ayudado al proceso de reforma.
“Para que la democracia florezca en nuestro país, tenemos que seguir avanzando, y tenemos que adoptar reformas políticas y económicas”, afirmó.
Después, el presidente birmano llamó en un discurso en el centro de estudios Johns Hopkins University a formar una nueva identidad nacional que incluya a personas de todas las creencias.
“Debemos terminar con cualquier forma de discriminación y asegurarnos no sólo que la violencia entre comunidades termine, sino que además todos los responsables sean llevados a la justicia”, agregó.
Este encuentro se produjo a pesar de las críticas que afirmaban que era demasiado prematura y que restaba presión a Birmania, luego de la ola de violencia registrada en 2012 contra los musulmanes.
A Thein Sein, exgeneral y exprimer ministro de la junta birmana que asumió la jefatura de Estado en 2011, se le atribuye haber impulsado un poderoso movimiento político que, sin derramamiento de sangre, permitió la liberación de centenares de prisioneros políticos, el fin de la censura y el ingreso al parlamento de la opositora Aung San Suu Kyi.