Carla Torres
Por segundo día consecutivo, los funcionarios del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), se hicieron de oídos sordos ante las demandas de los adultos mayores, cerrando las puertas a las decenas de demandantes apostados frente a las oficinas centrales de la institución.
Los afiliados miembros de la Unidad Nacional del Adulto Mayor (Unam), piden la revisión del historial de las semanas cotizadas, la entrega de ayudas técnicas y la solución a los problemas de distribución del bono solidario.
Los adultos mayores llevan cinco años en la lucha para que se les apruebe la pensión reducida de vejez, su mayor demanda, llevando hasta la Asamblea Nacional una iniciativa de ley que hasta el momento no se le ha dado trámite.
Según los dirigentes de la Unam, a nivel nacional han fallecido 206 personas en este año, en la espera de la aprobación de sus peticiones.