Hoy presento una propuesta encaminada a buscar la unidad de la oposición alrededor de un proyecto de nación, que fundado en el Estado de Derecho permita construir un plan estratégico de desarrollo social y económico sostenible, cuyos beneficios favorezcan a todos los nicaragüenses sin distinción alguna. El objetivo final es lograr que en Nicaragua la democracia, como sistema de gobierno, retorne a dirigir los destinos del país.
Lo primero entonces es un proyecto de nación donde se explique la propuesta concreta orientada a corregir la problemática del país en todas sus aristas. Lo segundo sería despersonificar la unidad, es decir, no unirse alrededor de personas, rostros o apelativos carentes de ideas y planteamientos. Es no presentar a través del marketing electoral al supuesto predestinado que habrá de resolver el impactante cúmulo de problemas colectivos. La panacea es el proyecto de nación y jamás lo será ese recurrente prototipo invocado de mesianismo químicamente puro.
Tercero: Unidos para “aparentar ser oposición” no es la opción, tampoco lo es “oponerse a todo” y menos aún el habitual “me opongo porque me opongo”. Asumir esas posturas no menos inocuas que baladíes significa entrar en el laberinto de la oposición eterna o vitalicia. ¿Se pretende ser siempre oposición? Los verdaderos demócratas tienen como misión ser oposición el menor tiempo posible.
Cuarto: Renunciar a los intereses o agendas personales y no colocar por encima de este anhelo de unidad símbolos y emblemas partidarios, porque primero que el partido es la patria; estos distintivos proselitistas, en las condiciones actuales, no pueden ser dique de excusas, ni su discusión utilizada como práctica dilatoria, obstaculizadora para estar unidos.
Quinto: Ser maxipluralistas e híperintegradores, trascender a los partidos políticos e incorporar también a las organizaciones de la sociedad civil, asociaciones y organizaciones gremiales, sectores empresariales y estudiantiles, entre otros importantes sectores y personalidades.
Sexto: Iniciar este proceso reuniendo a representantes de los entes políticos, sociales y económicos que decidan estar unidos por Nicaragua, firmando un documento de intencionalidad donde patenticen el compromiso de ser parte de este proceso unificador.
Séptimo: La propuesta de agenda y acciones de las primeras sesiones bien puede ser: 1) Crear el consejo directivo nacional de oposición; 2) Elaborar el acta constitutiva y estatutos de funcionamiento; 3) Crear órganos departamentales, regionales y municipales; 4) Elaborar el proyecto de nación; 5) Definir la estrategia de acción opositora; 6) Crear el bastión municipalista aglutinando autoridades municipales pro democracia; 7) En la Asamblea Nacional una sola bancada de oposición, cuya agenda de trabajo legislativo sea definida en consenso; 8) Establecer el mecanismo de elecciones primarias sin inhibiciones como método de elección de los candidatos únicos de oposición, provenientes de cualquier sector unido; 9) Calendarizar el proceso de elección de candidatos; 10) Firmar los precandidatos el compromiso de aceptar los resultados de las primarias y apoyar a los candidatos electos y la casilla electoral de preferencia. Los candidatos deben estar electos en noviembre 2015. El autor es secretario nacional del PLC. Politólogo y abogado
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