Anny Castro

Tegucigalpa/ACAN-EFE

Los derechos a la vida, la educación, la salud y la integridad personal de los niños son de los más violados en Honduras, alertaron hoy defensores de los derechos humanos, que abogaron por una mayor atención del gobierno y de la sociedad civil.

“Uno de los derechos de los niños que más se violenta en Honduras es el derecho a la vida”, declaró a Acan-Efe Wilmer Vásquez, coordinador de la Red de Instituciones por los Derechos de la Niñez (COIPRODEN).

Honduras registró en 2012 unos 50,000 embarazos de adolescentes, de los que más de 2,000 terminaron en aborto, según cifras oficiales.

Entre otros derechos que son “vulnerados” Vásquez citó los de la integridad personal -con muchos casos de niños que sufren tratos crueles, lesiones graves y golpes-, a una educación de calidad y a una sanidad gratuita.

“Los menores en Honduras son objeto de violencia, explotación, abusos, mala salud, ausencia de educación y muchas otras formas de violación de sus derechos”, subrayó. Los derechos de los más de 3.5 millones de niñas y niños hondureños están en “cuidados intensivos debido a la falta de atención seria y responsable por parte del Estado”, apuntó.

El activista humanitario hizo un llamamiento a las autoridades hondureñas y la sociedad civil para que “respeten y hagan respetar la Convención de los Derechos del Niño”, en vigor desde 1989.

Vásquez instó al Gobierno a invertir más en la lucha frontal contra la desigualdad entre ricos y pobres, y a garantizar los derechos sociales y económicos de los ciudadanos para que tengan una vida digna.

A los defensores de los derechos de los niños también les preocupa los embarazos precoces, que van en aumento en Honduras, con un 50 % originados en violaciones, muchas de ellas por sus familiares, dijo a Acan-Efe Carlos del Cid, coordinador del Programa Niñez y Adolescencia del estatal Comisionado de los Derechos Humanos.

Honduras es el segundo país con más embarazos de adolescentes de América Latina, donde prácticamente un tercio de los partos es de una menor de 19 años, según el informe “Estado de Población Mundial 2012”, divulgado en noviembre pasado en Tegucigalpa por el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

“Es preocupante” que el 30 % de la población de mujeres embarazadas en Honduras son menores de 18 años, lo que refleja que hay serios problemas con la educación sexual”, lamentó Del Cid.

Además, indicó que la falta de educación y método de planificación conlleva a que se incrementen los embarazos no deseados y por ende el aborto.

Honduras tiene una tasa de 108 nacimientos por cada 1,000 mujeres de entre 15 y 19 años, por delante de Venezuela (101) y Ecuador (100), aunque superada por poco por Nicaragua (109).

Una joven que se identificó como “Carmen”, dijo a Acan-Efe que durante dos años consideró normal que su padre abusara de ella, la dejara embarazada dos veces y la obligara a abortar.

“Carmen”, quien ahora tiene 13 años, comentó que su padre comenzó a abusar de ella cuando tenía 11, dos años después de que su madre abandonara la familia.

“Me decía que era normal lo que me hacía y que no le tenía que contar a nadie, quedé embarazada dos veces y me obligó a abortar”, relató con la voz entrecortada la adolescente, quien ahora vive con una tía.

El padre de “Carmen”, que sólo ha sido identificado como Carlos, está preso desde hace seis meses en la Penitenciaria Nacional, la principal cárcel del país, unos 25 kilómetros al norte de Tegucigalpa, acusado de violación y malos tratos.

Otro aspecto que preocupa a los activistas de derechos humanos es la alta mortalidad materna entre las adolescentes.

Honduras, con 8.3 millones de habitantes, registra una tasa de mortalidad materna de 100 por cada 100,000 nacidos vivos.