Josué Bravo
Corresponsal/Costa Rica
Sin hacer mucho aspaviento y con poca resistencia interna, Costa Rica avanza en su proyecto de construir una nueva refinería en el Atlántico con capacidad para procesar 60 mil barriles de petróleos diarios.
La visita de Xi Jinping, el segundo mandatario chino que llega a Costa Rica en seis años de relaciones diplomáticas, trae consigo la continuidad de un préstamo de 900 millones de dólares del China Development Bank (CDB), para una nueva refinería en Moín, en la provincia atlántica de Limón.
Este proyecto será desarrollado por la empresa China Petroleum Engineering and Construction Corporation por un valor de 1,300 millones de dólares, los cuales serán completados por aportes de los gobiernos de China y Costa Rica.
El futuro de este proyecto tico debería interesar en Nicaragua, país donde se han invertido 233 millones de dólares en una obra similar sin que hayas avances más allá de la compactación de suelos.
Su futuro es incierto con la muerte del mandatario Hugo Chávez, a pesar de la promesa del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de ampliar la cooperación a Nicaragua.
En el caso de Costa Rica, las críticas de ambientalistas y opositores se cuestionan sobre las ganancias reales para el país de esta obra.
La Refinadora Costarricense de Petróleos (Recope) aún no determina cuanto será el ahorro por litro de combustible con la nueva refinería, la cual se mantiene en estudios.
La cooperación de China ha sido beneficiosa para Costa Rica. entre sus aportes están un nuevo estadio nacional valorado en unos 80 millones de dólares, 500 patrullas de policía y créditos blandos de 300 millones de dólares.
Xi Jinping arribó anoche a Costa Rica y además del proyecto de la refinería, trae un crédito de 400 millones de dólares para ampliar a cuatro carriles una carretera de 108 kilómetros desde el centro hacia el Atlántico, donde se ubica el puerto de Limón, el principal del país; entre otros proyectos.