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Un grupo de hombres camina por una calle semidestruida de la ciudad siria de Quseir, el jueves 6 de junio. El Ejército de Siria seguía combatiendo este viernes a los rebeldes en el norte de Quseir tras la conquista de esa ciudad y de un pueblo vecino con la ayuda de los combatientes del Hezbolá libanés, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El Ejército sirio combate a los rebeldes al norte de Quseir

El Ejército de Siria seguía combatiendo este viernes a los rebeldes en el norte de Quseir tras la conquista de esa ciudad y de un pueblo vecino con la ayuda de los combatientes del Hezbolá libanés, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El Ejército de Siria seguía combatiendo este viernes a los rebeldes en el norte de Quseir tras la conquista de esa ciudad y de un pueblo vecino con la ayuda de los combatientes del Hezbolá libanés, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Según esta ONG, el Ejército también estaba concentrando sus tropas en la provincia de Alepo, donde muchas zonas están fuera de su control. “Hubo combates de madrugada entre los rebeldes y el Ejército cerca del pueblo de Dabaa”, al norte de la ciudad de Quseir, en la provincia central de Homs, indicó el OSDH, que se informa a través de una red de activistas y de fuentes médicas y militares.

Según Rami Abdel Rahman, director del OSDH, los combatientes de Hezbolá participan en estos combates. La prensa oficial siria anunció que Dabaa cayó el jueves en manos del régimen. La televisión del grupo chií Hezbolá entrevistó a un general del Ejército sirio que afirmó que sus tropas habían lanzado “un ataque sorpresa” que llevó a “la liberación de Dabaa”.

Otro bastión rebelde al norte de Quseir, Bueida al Sharqiya, donde se refugiaron cientos de civiles heridos tras la toma de Quseir, seguía siendo bombardeado por el Ejército. Los analistas militares creen que, después de Quseir, el principal objetivo del régimen es tomar el control de la ciudad de Homs. Desde que en marzo de 2011 empezó la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, que poco a poco se transformó en guerra civil, la violencia en Siria ha dejado más de 94,000 muertos, según el OSDH, y casi seis millones de refugiados.

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