Elízabeth Romero
La violencia y las maras no se pueden abolir por ley, aseguró el representante especial para mediación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Finlandia, Kimmo Kiljunen.
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En una exposición sobre mediación para la paz y resolución de conflictos, iniciativa de Finlandia, Unión Europea, Naciones Unidas, auspiciada por la Universidad Centroamericana (UCA) y el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp), expresó que estos temas tienen que ver con la marginalización y la pobreza.
El experto aconsejó a las autoridades analizar las causas que provocan la violencia, así como la formación de las maras.
Kiljunen, quien antes de viajar a Nicaragua estuvo en El Salvador, piensa que a los mareros hay que reintegrarlos a la sociedad, ofrecerles alternativas de empleo y rehabilitación.
A criterio del representante finlandés, la diferencia en la situación de violencia y de las maras en los países del llamado triángulo norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) con Nicaragua tiene que ver con varios hechos. Por ejemplo, que la migración de los nicaragüenses se da más a países como Costa Rica, Estados Unidos y no a países del norte donde ocurre este fenómeno.
Además resaltó que la Policía es un sistema que trabaja de cerca con la comunidad.
En situaciones de conflictos —dijo Kiljunen— para conocer las causas y lograr la paz no solo se debe escuchar a diferentes sectores locales como los líderes comunales, religiosos y de la tercera edad, sino que también debe haber apertura de hablar con estos grupos que han sido estigmatizados, “llámese como se llamen: guerrilleros, terroristas delincuentes, mareros”.