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Poco o nada se conoce sobre el plan de inversión para la construcción del soñado Canal Interoceánico, pero el Gobierno ya tiene cifras sobre el impacto que este megaproyecto tendrá en la economía nacional, las que generan dudas entre los economistas. Se proyecta que para 2015 la economía se expandirá 15 por ciento y el empleo informal se reducirá un 80 por ciento entre 2014 y 2018.
El economista René Vallecillo calificó de “aceleradas” y poco fiables las proyecciones anunciadas por el secretario de políticas públicas del Gobierno, Paul Oquist, y recordó que en el país no existe la mano de obra calificada que se requiere para ese proyecto y por lo tanto lo que se necesita es impulsar un plan de formación técnica para ese fin.
Oquist dijo a medios oficiales que con el inicio de la construcción del Canal, aún más amplio que el de Panamá, se elevaría el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua de entre un cuatro por ciento a cinco por ciento, a un 10.8 por ciento en 2014; y hasta un 15 por ciento en 2015. Además el empleo formal pasaría de 623,458 personas, que existen en la actualidad, a 1.9 millones, gracias a la inversión de 40 mil millones de dólares, el costo estimado del proyecto.
“No veo a dos millones de nicaragüenses trabajando en función del Canal a corto plazo, porque estamos hablando de más del 60 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) actualmente”, señala Vallecillo. En Nicaragua hay un poco más de tres millones de personas en el mercado laboral.
Las cifras no convencen tampoco al economista Adolfo Acevedo ni al expresidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Mario Arana, quienes coinciden en que la poca información que se ha divulgado sobre la ejecución del proyecto impiden tener certeza de la realidad de las proyecciones antes mencionadas.
“No está claro si ya están reunidos los recursos para poder financiar los diferentes subproyectos ni quiénes serían los inversionistas, ni qué empresas de experiencia internacional probada ejecutarían las diferentes obras y ni siquiera está claro qué franja del país se estaría entregando en concesión, qué superficie del territorio abarcaría, ni se conocen los planes de inversión detallados para los diferentes subproyectos”, afirma Acevedo.
Vallecillo dice que para que la economía crezca 15 por ciento en 2015, es decir en dos años, se requerirá en ese año una inversión de diez mil millones de dólares en la construcción del Canal, lo que duplicaría el PIB. Solo en 2014, añade, la inyección de capital a la economía deberá ser de 5,000 millones de dólares. “Las cifras no cuadran, no lo veo posible. Creo que (las proyecciones) son demasiado rápidas para llegar al 15 por ciento de crecimiento. No veo a esa empresa invirtiendo en dos años 15,000 millones de dólares en el Canal, es un periodo muy corto, lo veo muy acelerado”, advierte.
En 2012 el Producto Interno Bruto cerró 10,507.7 millones de dólares, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN). En los últimos cinco años la economía ha crecido en promedio cinco por ciento.
Pero lo que cuestiona Acevedo es la discrecionalidad alrededor del Canal. El experto cree que basado en las estimaciones del Gobierno para 2014 y 2018, hace pensar que “las obras de construcción del Canal iniciarían el próximo año”, esto a pesar de que hasta ahora se desconoce si ya se realizó el estudio de factibilidad.
PRIMERAS EXPLORACIONES
De hecho, en una entrevista que publica el oficialista 19 Digital en su portal electrónico a Ronald Maclean-Abaroa, vocero de la empresa china HKND Group —encargada de desarrollar el proyecto canalero—, este informó que ya se “contrató” a la compañía Environmental Resources Management (ERM, por sus siglas en inglés) “para que elabore de manera independiente el impacto ambiental y social de las varias rutas que están en consideración. El equipo de ERM tiene una amplia experiencia en Nicaragua y trabajará en estrecha relación con expertos locales, quienes sumarán sus aportes e ideas al esfuerzo”.
Maclean-Abaroa dijo, en un vídeo disponible en el portal electrónico oficialista, que estos son los primeros pasos del proyecto, mientras se realizan las primeras exploraciones para la ejecución del megaproyecto que pondrá en la mirada del mundo a Nicaragua. Esto denota que el proyecto difícilmente arrancaría este año, lo que dificultaría alcanzar las metas proyectadas por el Gobierno en los próximos dos años.
El Gran Canal Interoceánico de Nicaragua incluiría un canal para naves y uno seco ferroviario, oleoductos, puertos y pistas aéreas, tanto en el litoral Caribe como en el Pacífico. A través de una iniciativa de ley, que ya está en manos de la Asamblea Nacional, el Gobierno de Nicaragua entregó el proyecto canalero en concesión hasta por cien años a la compañía china a un precio de cien millones de dólares, que serán pagados en diez años.
Sobre las previsiones del impacto en el empleo, Arana dice que “hay que planificar la preparación de la mano de obra nicaragüense para realmente ser una oferta funcional ante la demanda y requerimiento de este proyecto de infraestructura”. El también exministro de Hacienda manifestó que es necesario conocer la experiencia que vivió Panamá en la construcción de su Canal hace cien años, para tener una referencia de cómo es ese proceso que no fue de un día para otro.
NADA CLARO
Tal es la inconsistencia en el discurso del Gobierno sobre la construcción de este Canal, que el 27 de julio de 2012 durante el Foro Debate: La Cuenca de los Grandes Lagos y el Río San Juan: Columna vertebral del desarrollo nicaragüense , Oquist aseguró que para garantizar que los beneficios por la construcción del Canal sean para el país, Nicaragua contaría de entrada con el 51 por ciento de las acciones del Canal, “los otros pueden participar como socios menores”.
Sin embargo, en la propuesta de ley remitida por el ejecutivo con carácter de urgencia el viernes, se plantea que la empresa HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limitada (HKC) tendrá la concesión por un periodo de cincuenta años y en el Acuerdo Marco deja a discreción de la empresa china autoprorrogarse la misma por cincuenta años más.
Sobre este tema, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, indicó que “nadie en el mundo va a poner 40 mil millones de dólares para que le den el 49 por ciento de las acciones de un proyecto”, porque además “el que pone la plata es el que tiene la mayoría” e indicó que ese señalamiento para una reforma a la Ley 800 lo dijeron hace un año en la Asamblea Nacional.
COSEP PIDE VISIÓN DE PAÍS
Y mientras el proyecto canalero está generando dudas entre varios sectores, la empresa privada aboga por una visión de país con esta iniciativa. El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, destacó la necesidad de que haya “una visión de nación en este proyecto”, y que en la Comisión debe integrarse no solo al sector privado, sino también a la academia de cara a la necesidad de formar la mano de obra que se requerirá para echar andar el megaproyecto.
Aguerri anunció que el lunes asistirán a la Asamblea para presentar sus planteamientos, que están basados en otros aspectos del proyecto de ley, por ejemplo de cómo queda el pago de las áreas que pudieran ser afectadas en un proyecto que es de interés nacional, y en general de los detalles “en letra chiquita” para poder llevar una posición completa.
En ese sentido, el secretario de políticas públicas del Gobierno, Paul Oquist ,dijo que el impacto ambiental no será un problema, porque se dispondrán recursos económicos para reforestar y cuidar el entorno.
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