Judith Flores
Corresponsal / Miami
Con una vela encendida entre sus manos, Escarleth Herrera, una nicaragüense boliviana de 22 años, integraba la vigilia de oración realizada anoche por decenas de personas sin estatus legal a la entrada de la oficina del senador Marcos Rubio. El fin, orar por la aprobación de una Reforma Migratoria y respaldar al legislador que aseguran está sometido a muchas presiones de su partido.
Junto a Escarleth, participaban mujeres de la organización Dreamers’Moms, las madres de jóvenes soñadores, que trajeron a sus hijos a Estados Unidos siendo niños y que recientemente recibieron el beneficio de la Acción Diferida, un estatus de protección temporal. Las madres de estos jóvenes también buscan un alivio a su situación migratoria.
Aunque Escarleth es beneficiaria del proyecto de Acción Diferida, dice que tiene mucho porque luchar, sus padres y su hermana menor aún permanecen bajo la sombra.
“Es difícil, doloroso y desesperante saber que cuando salen para el trabajo existe la posibilidad que no regresen a casa”, manifestó la joven estudiante de Finanzas y Antropología.
Para ella es fundamental hacerles ver a los legisladores en el Senado “que no se puede seguir jugando con el dolor de millones de familias, son vidas, tenemos sueños y quedó comprobado en noviembre del 2012, que podemos elegir en una elección en este país”.
Bertha Sanles, activista de Dreamers’ Moms, lucha por su estatus pero también se ha dado a la tarea de ayudar a otras personas informando sobre sus derechos para evitar ser deportados en caso de ser detenidos por Inmigración.
Aunque la comunidad nicaragüense ha sido beneficiada con leyes de alivio migratorio, Bertha dice que miles serán beneficiados con la Reforma Migratoria, “empezando por las personas beneficiadas con el TPS (Estatus de Protección Temporal)”.
Ella cree que la discusión del proyecto de Reforma Migratoria en el Senado, va por buen camino, pero asegura es necesario mantener presión ante los legisladores para lograr que Ley sea aprobada con más de 70 de los 100 votos de la Cámara Alta.
Si logran ese objetivo, Bertha dice que contribuiría a que el Congreso apoye la Ley sin necesidad de presentar su propuesta. “En el Congreso nos espera la parte más difícil, hay muchos congresistas reacios a la aprobación de una Ley y pretenden neutralizar el proyecto”, explica la activista originaria de Bluefields.
Asegura no se darán por vencidos, para ella es momento de luchar. Informó que en los próximos días aumentarán las acciones de presión a los legisladores.
“Estamos en la fase de acciones directas y actos de desobediencia para poner presión, sabemos que están sometiendo muchas enmiendas para abortar la aprobación de la Ley, pero si nos quedamos en casa no vamos a conseguir nada”.
María Bilbao, hizo un llamado a los hispanos a involucrarse en las actividades pro Reforma Migratoria, “nunca hemos estado tan cerca de la aprobación de la Ley, pero depende de nosotros llegar al final de la meta”, sostuvo.