NUEVA YORK/AFP
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “condenó firmemente” este sábado dos atentados cometidos en el suroeste de Pakistán, que dejaron 25 muertos, y subrayó su carácter “particularmente odioso”, informó en un comunicado su portavoz, Martin Nesirky.
Ban “deplora el carácter odioso de los atentados contra un autobús que transportaba estudiantes y educadores y contra un hospital. Ninguna causa puede justificar tal violencia”, dijo.
En un primer atentado contra un autobús en Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, murieron 14 mujeres estudiantes y 20 resultaron heridas. Poco después, una bomba explotó en el hospital donde eran atendidas las víctimas del primer ataque, provocando la muerte de otras 11 personas.
El secretario general de Naciones Unidas “toma nota con consternación que la violencia contra mujeres y educadores aumentó estos últimos años (en Pakistán), con el objetivo de privar a las jóvenes del derecho básico a la educación”.
Ban “expresa la solidaridad sin fisuras de la ONU ante la continuación de la violencia terrorista en Pakistán”, según el comunicado. El líder de la ONU también condenó el ataque de un grupo armado la madrugada del sábado en Ziarat, 80 km al sur de Quetta, contra la casa donde pasó sus últimos días el fundador de Pakistán, Mohammed Ali Jinnah, declarada monumento histórico.