Lillyam Canales
Días atrás un grupo de adultos mayores se congregó en los alrededores del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) exigiendo el respeto a su derecho a una pensión digna y ejerciendo su libertad de expresión y movilización. Se mantuvieron día y noche defendiendo su causa justa. Un grupo de nicaragüenses de todas las edades, pero especialmente jóvenes, llenos de solidaridad y admiración por los adultos mayores, decidió apoyar la lucha por la pensión reducida. La mayoría de chavalos presentes eran estudiantes universitarios; pero también había adultos independientes y miembros de organizaciones de la sociedad civil.
La lucha de los adultos mayores a través de #ocupaINSS despertó la conciencia y el corazón de muchos nicaragüenses que se hicieron presente a través de donaciones de víveres, frazadas, colchones y medicinas. Pero sobre todo, dedicando tiempo a los abuelos para motivarlos a través de consignas, bailes y cantos para continuar con una lucha justa y correcta. Quedó en evidencia que nuestro país está lleno de gente solidaria que no duda al momento de arrimar el hombro para apoyar a sus hermanos.
Es lamentable que lo que era una protesta pacífica de reivindicación de derechos ciudadanos se haya convertido en tragedia. La madrugada del sábado 22 de junio, en presencia de la Policía Nacional (PN), turbas autoidentificadas como simpatizantes del partido de gobierno llegaron en camiones de la Alcaldía de Managua con una consigna clara: agredir a los manifestantes para poner fin a la manifestación.
Muchos jóvenes fueron agredidos y detenidos por haber cometido el “delito” de defender a los adultos mayores. La PN fue cómplice de un acto de cobardía y violencia hacia ciudadanos nicaragüenses que ejercían derechos reconocidos por nuestra Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos. La Constitución Política, en su artículo 97 establece que “la Policía Nacional es un cuerpo armado de naturaleza civil”, cuya misión es “garantizar el orden interno, la seguridad de los ciudadanos, la prevención y persecución del delito y los demás que le señale la ley”. Consagra además que es “profesional, apolítica, apartidista, obediente y no deliberante”. ¿Dónde quedó la PN que describe nuestra Constitución Política? Los agentes del orden se encargaron de golpear y reprimir sin escrúpulos a muchos ancianos y jóvenes que solo protestaban por sus derechos. Claramente nos dimos cuenta que ellos defendían la posición de una institución, sin justificación alguna más que la obvia posición del Gobierno frente a esta protesta. Entonces, ¿la Policía es partidaria? ¿Dónde quedó la obediencia y respeto de la PN al orden jurídico de nuestro país?
Mis respetos y felicitaciones a todos aquellos chavalos y adultos mayores que arriesgaron sus vidas, que se mantuvieron en protesta y persisten en la lucha, que ya no era solo de los adultos mayores sino de nosotros los jóvenes, de los nicaragüenses. A partir del ejemplo de la lucha de los adultos mayores se han generado nuevas luchas. No debemos permitir que la represión siga, que la PN haga lo que quiera, sin que nosotros defendamos nuestro derecho de movilización pacífica. Señores de Gobierno: los golpes, torturas y robos no se borran fácilmente. No pretendan que esto quede en el olvido. ¡La lucha de los adultos mayores sigue y la nuestra también! La autora es Coordinadora Ejecutiva del Movimiento Puente.