Lucydalia Baca Castellón
En septiembre del 2012, la Asamblea Nacional aprobó una ley que avaló la construcción. Para esa fecha su costo ya era de 6,500 millones de dólares.
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El asesor para asuntos económicos de la Presidencia, Bayardo Arce Castaño, reconoció que existen atrasos en la construcción de la refinería El Supremo Sueño de Bolívar.
Los atribuyó a la supuesta avaricia de dueños de propiedades de la zona, que habrían complicado la adquisición de los terrenos necesarios para la obra, y a que el proceso de preparación del suelo necesitó más trabajos de los previstos.
“Hubo procesos complejos de negociación porque desgraciadamente a veces te encontrás terratenientes que, cuando ven proyectos de este tipo, ven la gran oportunidad de enriquecerse, vendiendo a precios desorbitantes. Entiendo que hubo problemas ahí con algunos de los dueños de las propiedades”, aseguró Arce.
Una vez superado este “inconveniente”, según el funcionario, se encontraron con que “había que hacer más trabajos de ingeniería de suelo de lo que estaba previsto para poder crear una base sólida en el terreno”.
Arce insistió en que la obra avanza y podría estar lista en cuatro o cinco años. Sin embargo, dijo desconocer el nivel de progreso de la refinería.
“Evidentemente ha habido atrasos, pero algunos quisieran estar viendo ya unas grandes torres de procesamiento y lo primero que tenés que hacer para levantar un edificio es asegurar la solidez del terrero donde lo vas a levantar”, dijo Arce, explicando que primero se hará el sistema de almacenamiento de combustible y luego la planta procesadora de crudo.
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