QUITO/AFP
El Congreso de Ecuador aprobó el jueves una resolución de rechazo al programa global de vigilancia de Estados Unidos denunciado por el informático Edward Snowden, acusado de espionaje por Washington y quien está en Rusia.
Con el apoyo de 92 de los 136 miembros, la Asamblea Nacional “rechazó el empleo ilegal e indiscriminado del espionaje y en especial el que se habría llevado a cabo por el gobierno de los Estados Unidos de América en complicidad con compañías transnacionales y otros países”, según un comunicado.
Agregó que el programa estadounidense es un “atentando contra la soberanía de los Estados y el derecho a la intimidad y privacidad de todos los habitantes del planeta”.
El Legislativo, bajo control del oficialismo, también condenó la “presión” de funcionarios estadounidenses que “se permitieron amenazar al Ecuador con represalias comerciales en caso de que nuestro país hiciese uso de su legítimo derecho de considerar y, eventualmente, conceder asilo al ciudadano Edward Snowden”.
Asimismo, solicitó a la cancillería ecuatoriana transmitir la resolución al embajador de Estados Unidos en Quito, Adam Namm.
El 27 de junio, Ecuador renunció a los beneficios arancelarios que le otorgaba Estados Unidos como compensación a su lucha antidrogas, al denunciar amenazas de sectores de ese país tras su decisión de analizar el pedido de asilo de Snowden, acusado de espionaje por Washington.
El miércoles el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, reveló que solicitó a los funcionarios del gobierno que no transmitan información confidencial a través de sus correos electrónicos para evitar que ésta sea objeto de espionaje por parte de otros países.
Hace una semana, Patiño aseguró que un micrófono hallado en junio en la embajada ecuatoriana en Londres, donde se encuentra asilado el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, podría ser parte del plan de espionaje denunciado por Snowden.
El exasesor de inteligencia se encuentra desde el 23 de junio en Rusia, país al que pidió asilo temporal antes de viajar a Latinoamérica, donde Venezuela, Bolivia y Nicaragua le ofrecieron refugio.