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La “profe” de Quilalí

Esa mañana el sonido de las balas interrumpió la clase. Era 1986 y el cese al fuego mantenía en suspenso a todos los pobladores de la comunidad El Coco, en Quilalí, Nueva Segovia. Los padres de los niños llegaron apresurados a traer a sus hijos cuando la balacera inició. La maestra los siguió en dirección a la trinchera, ahí estarían seguros.

Por Róger Almanza G.

Esa mañana el sonido de las balas interrumpió la clase. Era 1986 y el cese al fuego mantenía en suspenso a todos los pobladores de la comunidad El Coco, en Quilalí, Nueva Segovia. Los padres de los niños llegaron apresurados a traer a sus hijos cuando la balacera inició. La maestra los siguió en dirección a la trinchera, ahí estarían seguros.

“Vamos niños, tranquilos” se escuchaba a la profesora María Antonia Padilla, una adolescente de 15 años que comenzaba la profesión que 27 años más tarde seguiría siendo la pasión de su vida.

Mientras las balas dejaban de escucharse, la chavala profesora abrazaba a los niños. “No sabía cómo hablarles de la guerra, lo único que se me ocurría decirles es que todo iba a pasar y que pronto estaríamos en paz”, recuerda María Antonia.

Fue por esos días que descubrió que el magisterio era lo suyo. Ahí en esa escuelita de tablas donde niños y otros adolescentes, incluso mayores que ella, aprendían a leer y a escribir por primera vez en sus vidas, María Antonia llegaba cada mañana, “animada porque sabía que ellos aprenderían algo de lo que yo podría enseñarles”, cuenta la profesora.

Hoy, casi tres décadas después, María Antonia se ha convertido en una de las maestras más notables de la escuela Ena Sánchez Casco, una profesora que se ha dedicado a hacer énfasis en el trabajo con niños con problemas o “necesidades sociales”, como suele explicarlo.

Se trata de niños con problemas de atención o aquellos que tienen fobia escolar. Incluso trabaja con los padres de familia para que sacar a los niños de la escuela, “por ser problemáticos”, nunca sea una opción.

El poder de saber

En el año 2008 María Antonia logró aplicar para una beca en Estados Unidos. Desde entonces, CISA Exportadora ha apoyado a la escuela Ena Sánchez Casco y por medio de ellos María Antonia logró llegar hasta Texas, Estados Unidos.

Se trataba de un curso de un año, llamado Escuela para padres, aquí María Antonia tendría la oportunidad de capacitarse y profesionalizarse en el área educativa en atención a la niñez con problemas especiales en retención.

“En esta área obtuve la experiencia de cómo usar estrategias para hacer que los niños aprendan, esos niños que pasan dos o tres años en el mismo grado”, comenta María Antonia.

Hoy, María Antonia atiende un grado “especial”.

“Trabajo con niños que vienen de hogares difíciles, en situaciones económicas muy complicadas y donde hay violencia familiar”, añade María Antonia.

Una de ellas era “Anita”, una pequeña de primer grado que estaba segura que no servía para nada, que todo lo que hacía era feo y que nunca podría hacer las cosas bien. En el mismo grado estaba “Pedrito”, un niño que no quiere estar en la escuela, que no soporta estar dentro del salón, un caso típico de fobia escolar, dice María Antonia.

Otro niño que ha pasado por el salón de la profesora es “Pablito”, también de primer grado, pero su nivel de violencia es preocupante.

Las tres historias que recuerda María Antonia las conoció en el año 2010, y poco a poco empezó a aplicar las estrategias que aprendió. “No podía aislarlos del resto, mucho menos dejar que se dieran cuenta que estaba prestando mayor atención en ellos… pero lo más difícil fue trabajar con sus padres que miraban la opción de retirarlos de la escuela”, cuenta María Antonia.

Hoy, “Anita, Pedrito y Pablito” (todos nombres ficticios) están en cuarto grado de primaria. Eran niños que por segunda y tercera vez repetían el primer grado.

“Cuando los veo es un orgullo muy grande y ellos corren a abrazarme cuando me ven. Es una experiencia que cambia mi vida”, dice María Antonia.

27 años antes, María Antonia llegó a esa escuelita de El Coco, con una matrícula de 48 chavalos. Aprobaron 46. “Los únicos dos que no pasaron el grado fue porque sus familias se mudaron a otra comunidad… todos los niños pueden pasar sus grados”, dice orgullosa María Antonia.

Una maestra del mismo lugar

El Valle de Panlío de los Cinco Ríos o Quilalí es uno de los quince municipios del departamento de Nueva Segovia, y está ubicado a 350 kilómetros de Managua. De ahí es María Antonia, originaria de una familia muy pobre, la menor de cuatro hermanos, criados por una madre soltera que debía hornear pan, lavar y planchar ropa ajena para mantener a sus hijos.

“Nunca nos faltó la escuela, mi mamá siempre estuvo preocupada porque estudiáramos”, recuerda María Antonia.

Cuando cumplió 19 años le tocó viajar hasta Ocotal, la cabecera departamental. Ahí estudiaría en la Escuela Normal.

“Tenía muchas ganas de aprender. Tenía mucha necesidad de enseñar, de volver a Quilalí y poder enseñar a la gente de bajos recursos, de ser una maestra del mismo lugar para ellos”, recuerda María Antonia.

La chavala de Quilalí, quien no estaba acostumbrada a salir de su pueblo, tuvo que trasladarse a Estelí, y cada quince días llegaba a su tierra y daba clases. Seguía siendo la misma maestra humilde y amorosa con los chavalos de la escuelita de la comunidad El Coco, a esos chavalos con quienes visitaba el Río Coco y ahí hacía la escuela, “de esa forma abría espacios de confianza y ellos se animaban a preguntar más y se enamoraban de aprender, no se retiraban de las clases”, cuenta María Antonia.

“Salí de Quilalí para profesionalizarme, ya era una maestra empírica, pero llegar a la Escuela Normal te da mejores bases en metodología y te convertís en profesional”, cuenta María Antonia.

El corazón de una maestra

“El corazón de una maestra es tierno, dulce, comprensivo, da todo por el todo”, dice María Antonia, quien recuerda cada alumno que ha pasado por su aprendizaje.

Durante nueve años viajó a distintas comunidades, una de ellas Los Jabalíes. Aquí María Antonia tuvo la experiencia de dar un multigrado. “Daba las clases pero no entendía cómo iban a aprender los chavalos en un mismo salón de cuatro grados diferentes”, dice María Antonia.

En la escuela de Los Jabalíes los niños a veces no llegaban. La escuela quedaba lejos de los caseríos y los que llegaban estaban cansados. “Aprendí mucho, fue una experiencia que como maestra te enriquece. Aún ya siendo maestra titulada no me explicaba cómo enseñaba a cuatro grados al mismo tiempo. Al final cuando ves los resultados te das cuenta que ese esfuerzo vale la pena, cuando te das cuenta que aprendieron y que están listos para continuar”, comenta María Antonia.

Hoy en la escuela Ena Sánchez Casco los niños continúan grado con grado, y esta maestra de Quilalí está pendiente de compartir con sus colegas y poner en práctica a diario lo que la vida le ha ofrecido como un don, el de poder enseñar con amor.

Sección Domingo profe Quilalí suspenso archivo

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COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Maria Antonia Padilla maestra de vocación, con deseo de ver la superación de todos los niños(as) de nuestro pais.
    Digna d admirar,espero que siga adelante y q su testimonio siga de modelo para otros(as) maestras.
    Continué adelante con la antorcha encendida de la educación.

  2. Lorena Perez
    Hace 11 años

    Lovable historia. He tendo la oportunidad de Vivir en various paises y muchos estamos de USA y dire que Los maestros es una profession de entregaas y sacrificios y may poco renumerada. Profesonal que dejaron huellas en mi Durante mi infancy a cuando vivi en Nicaragua Dna Melu Pastora con su kindergarten en el barrio San Antonio, la señorita Vilma luego en la Inmaculada, las Herman’s Puhieras luego en la Divina Pastora y todos lograron ESA education que tengo que as ombré

  3. Alvan Dazbohrk
    Hace 11 años

    Correccion: ” Los padres de los niños llegaron apresurados a traer a sus hijos ” Una cosa es que popularmente en nicaragua se diga de esa forma cuando quieren decir llegar a buscar o a recoger. Lo correcto es los padres de los ninos llegaron apresurados a buscar o a recoger a sus hijos. Traer es de llevar algo como por ejemplo te traigo estas flores. Hay que ser profesional sobre todo cuando se escribe en un periodico.

  4. Freddy Fonseca
    Hace 11 años

    Dios bendiga a la Profesora María Antonia Padilla, maestros que con su ejemplo y dedicación construimos nuestra nueva Nicaragua, son ejemplos a seguir y difundir para inspirar a otros en hacer mejor nuestra nación, muchas gracias profesora. En mi caso, hay profesores que impactaron mi vida para bien el Profesor Juan Manuel Sequeira, César Beltrán, Otilia Grijalba, Juan Ramón de León Videz, César Caracas, todos nicaragüenses que me ayudaron a ser el profesional con valores que ahora soy

  5. arch
    Hace 11 años

    Que maravillaso historia, de esta profe..eso se llama vocacion, ojala y todos ‘as , los profesores se comportaran asi, en sus aulas escolares……Muchas felicidades Profe. Maria Antonia, dios le ayude y le de mucha salud

  6. ungranejemplo
    Hace 11 años

    La profesora María Antonia es un gran orgullo para nuestro país y sobre todo para la comunidad donde se encuentra la escuela Ena Sánchez…es una profesora verdaderamente indispensable para los niños que necesitan de su enseñanza…es un gran ejemplo de amor y entrega a la educación…que Dios la Bendiga.

  7. Emilio Noguera
    Hace 11 años

    FELICIDADES Doña MARIA ANTONIA me enorgullece saber que tenemos maestros como Usted. Dios la bendiga por siempre. Que más le puedo decir? Escribir más y más palabras no terminarían de describir lo emocionado que me siento. Gracias por lo que hace.

  8. Walter J. Porras A.
    Hace 11 años

    La vocacion es una bendicion de Dios. Felicito a la profersora Maria A. Padilla. Conoci la historia de ese combate desigual de hace 27 anos en la Cooperativa El Coco, en la Comunidad de El Coco, Quilali, Nueva Segovia.

    Estuve movilizado hace 30 anos en la Brigada German Pomares, y conoci a todos los fallecidos en ese combate desigual, mujeres, ninos, ancianos y hombres combatientes.

    Gracias a Dios, la guerra fraticida ha finalizado. Gracias a Dios tenimos “maestritas” heroicas como Maria.

  9. Alvan Dazbohrk
    Hace 11 años

    Que Dios te bendiga Maria por tan loable labor que no es apreciada en terminos economicos pero que es la llave para salir del atraso historico en el cual hemos vivido desde el principio. Son profesores como vos los que pueden iniciar esa revolucion que de al traste con caudillos y dictadores porque solo la educacion de calidad es la que nos sacara adelante.

  10. Violeta desde Plantation
    Hace 11 años

    Que linda historia, eso es maestra con mayuscula admirable labor
    Que dios colme de bendiciones la vida de la profesora Maria Antonieta
    Padilla

  11. Christo
    Hace 11 años

    _ Linda historia como para pasar llorando todo el año, pero la realidad es que morirá como una mártir de la educación de este país empobrecido, por un gobierno que no suelta más presupuesto para el bien estar de la educación en general.

  12. Maria Celeste
    Hace 11 años

    Ser maestro es una vocacion muy especial. Es una vocacion porque es un LLAMADO a transmitir conocimientos, es un arte porque cada niño es diferente y debe ser tratado con atencion personal que exige sensibilidad, flexibilidad y originalidad.

  13. Neil
    Hace 11 años

    Alvan da no se que. Busca en el diccionario RAE. Y no te quieras hacer el profe. Traer es mover de un lugar a otro a alguien o algo. Y llevar es un sustantivo de verbo traer. Recoger es levantar algo que se cayo al piso. Y buscar es estar tratado de encontrar algo perdido. Me imagino que algun cubano te dijo que decir traer esta mal pues aqui en miami te hacen creer que estas hablando mal.

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