País sigue vulnerable
Los indicadores macroeconómicos reflejan que la economía nicaragüense se recuperó de la crisis del 2009 y es de las más dinámicas de la región. Sin embargo, que sus exportaciones sigan concentradas en nueve productos agrícolas y que se vendan principalmente a cuatro países, la convierten en una de las más vulnerables del istmo.
Lucydalia Baca Castellón
Los indicadores macroeconómicos reflejan que la economía nicaragüense se recuperó de la crisis del 2009 y es de las más dinámicas de la región. Sin embargo, que sus exportaciones sigan concentradas en nueve productos agrícolas y que se vendan principalmente a cuatro países, la convierten en una de las más vulnerables del istmo.
La solución es elevar la productividad y para hacerlo es necesario elevar la inversión en educación y adoptando nuevas tecnologías. Para Evelyn Villarreal, coordinadora de investigación de Estado de la Región, el depender de productos agrícolas que están expuestos a la caída de los precios y a los efectos del cambio climático, vuelve aún más vulnerable a la economía.
“Mientras un trabajador en Panamá produce 18,000 dólares al año en Nicaragua la producción per cápita está cerca de 2,500 dólares”, ejemplificó Villarreal.
La investigadora de origen costarricense señaló como preocupante que a medida que más personas entran al mercado laboral la informalidad y el subempleo se profundiza debido a que no existen las condiciones para mejorar la productividad. “Hay más gente produciendo pero se produce menos, porque la productividad por trabajador es muy baja. En unos años, cuando la población empiece a envejecer, vamos a tener serios problemas”, advierte Villarreal, quien cuestiona la baja inversión en la educación de las personas.
Durante la presentación del Informe desde Centroamérica y para Centroamérica, empresarios y académicos coincidieron con Villarreal en la necesidad de empujar una alianza en torno al tema educativo.
“La educación no puede seguir siendo un dominio del gobierno de turno. Tiene que ser un área donde hay que involucrar a todos los sectores y debe haber una alianza que asegure que no solo estemos viendo presupuestos hacia la educación universitaria”, aseguró el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri.
Para Carlos Muñiz, director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense de Desarrollo Económico y Social (Funides), a la baja productividad hay que agregarle que el país tiene también el stop de capital más bajo y otros rezagos muy importantes. Atribuyó la pronta recuperación económica a lo que calificó como una “tormenta perfecta” formada por el incremento del precio de los principales productos de exportación, niveles récord de inversión y la relación con Venezuela, “situaciones que no son permanentes”.
El economista Óscar Neira lamenta que con la tasa de crecimiento actual no se tengan los niveles de productividad de antes de 1976 y asegura que los niveles actuales reflejan que el país no ha logrado recuperarse de la caída que sufrió la productividad entre finales de los setenta y los ochenta. El Cosep y Funides coincidieron con la afirmación. Además criticó que la capacitación de la mano de obra en las empresas sea casi nula y que la mano de obra que egresa de las universidades no responda a las necesidades de las empresas.
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