Mabel Calero
Por el arrastre la basura de los vertederos llega a sus principales afluentes, que son los ríos El Cangrejero, El Ojochal, El Bosque y El Ticuiche.
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La basura y la tala indiscriminada están acabando con él. El río Grande de Carazo, ubicado en La Conquista, agoniza. Así lo afirmó Marcelino Castro, presidente de la Asociación de Desarrollo Comunitario de Carazo (Adeca).
Las comunidades que se abastecen del río son las más afectadas con esta problemática, pues utilizan el agua para consumo y realizan las actividades rutinarias, sabiendo que, desde hace años, el agua no es apta para consumo, pues la basura de cinco vertederos de este departamento contamina la subcuenca del río.
Sin embargo, han sido también los mismos pobladores quienes han afectado este río con la tala indiscriminada de árboles para consumo de leña.
“En 1994 se hizo un diagnóstico del todo el territorio de Carazo y desde ese año vimos que el río Grande está siendo afectado”, dijo Castro.
A pesar que es del conocimiento de todas las autoridades locales y se ha discutido con la Asociación de Municipios de Carazo (Amuc) para mitigar el problema, hasta el momento no se ha hecho nada para salvar la principal cuenca hidrográfica del departamento.
Los directivos de Adeca se han mostrado preocupados, pues las toneladas de basura que se generan y van a parar al río Grande de Carazo, así como las aguas del rastro municipal de Jinotepe, las aguas del Beneficio Santa Margarita y los residuos del Hospital Santiago de Jinotepe.
Para mitigar la situación se ha propuesto hacer dos rellenos, depósito donde se procesa la basura y de esta forma evitar que esta continúe contaminando el río.
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