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Danilo Arbilla

¿Cuál Bolivia?

Evo Morales no afloja y no quiere dar por cerrada la “crisis diplomática” con Europa por lo de su avión que no pudo aterrizar. “Aceptamos la disculpa pero no basta”, acaba de clamar el embajador boliviano ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

¿Qué más querrá? ¿Prolongar el tema, que internamente le ha mejorado la imagen, hasta las elecciones del 2014? Lo que podría hacer es borrar del mapa a esos países, emulando lo que hizo la reina Victoria de Inglaterra cuando allá por 1870 declaró la inexistencia de Bolivia.

Aquello ocurrió, se dice, porque no es seguro si es historia o leyenda, en la época del tirano Mariano Melgarejo, que gobernó Bolivia de 1864 a 1871. Un hombre pintoresco, este Melgarejo cuya esposa, Juana Sánchez, se paseaba totalmente desnuda por el palacio e incluso así recibía a ministros y diplomáticos, según se cuenta. Tenía un caballo al que llamó Bucéfalo, siguiendo el ejemplo de Alejandro de Macedonia, y era tan admirador de Napoleón III que le declaró la guerra a Prusia tras hacer lo del emperador, pero además se la declaró a Inglaterra por ser neutral.

No está claro si fue por lo de la guerra o lo de la chicha, que comenzó el lío. El caso fue que al recibir al cónsul ingles, Melgarejo, muy atento, le ofreció un vaso de chicha, la bebida nacional boliviana que se obtiene de la fermentación del maíz. El diplomático lo rechazó y dijo que prefería el chocolate, lo que provocó la ira del tirano, quien le obligó a tomar una olla de chocolate y luego lo hizo montar un burro al revés, lo cubrió de plumas y lo paseó por las calles de La Paz. Hay otra versión que dice que simplemente echó en forma destemplada al diplomático y que este tuvo que huir cruzando montañas, selvas y ríos, hasta llegar a la Argentina.

Sea la que sea eso agravió a la reina Victoria, la que con soberbia imperial ordenó de inmediato movilizar la flota y bombardear Bolivia.

Imposible majestad, le respondieron sus ministros, Bolivia no tiene costas.

Que no tiene costas, retrucó airada Victoria, pues entonces borrémosla de los mapas, un país que no tiene costas no existe.

Pero esta no es la única declaración de inexistencia de Bolivia, hay otra más reciente que no es tan leyenda.

Como se sabe Morales va por su reelección y es candidato por tercera vez en el año próximo. Y esto pese a que la Constitución aprobada por el propio Morales en el 2009 establece que no puede haber más de una reelección; dispone un máximo de dos periodos presidenciales. Para que sea posible la reelección de Evo el Tribunal Constitucional designado por el gobierno y presidido por un señor Ruddy José Flores, hizo desaparecer a la Bolivia anterior —de 1899 al 2009, incluido el tiempo de inexistencia victoriana— y explicó que en su primer periodo Morales gobernó a otro país. Que ahora hay una Bolivia multietnia y pluricultural que reconoce y surge de sus pueblos y comunidades indígenas, y en esta Evo solo opta por un segundo y no tercer período. Notable.

Pero no termina ahí, sino que se ha complicado. Las cifras definitivas del último censo poblacional, que desmienten las adelantadas por el presidente Morales a principio de año, aseguran que lo de nación “multietnia y pluricultural” no es tan así: hay que consignar y admitir que más del 60 por ciento de los bolivianos son mestizos.

Este hecho ha generado nuevas inquietudes, sobre todo fuera del oficialismo. Este ya comenzó a ajustar el discurso a esta otra nación no tan indígena. Lo que preocupa a la oposición, en tanto, es que el Tribunal Electoral y Ruddy Flores no resuelvan que dada las cifras censales y el cambio que ello apareja, se trata de una nueva Bolivia y en consecuencia Evo en el 2014 se presenta recién para su primer período electoral.

Parece cuento, pero no lo es tanto. Basta con fijarse en lo de su amigo y colega Rafael Correa, que dijo que después de su segundo periodo se iba de Ecuador y ahora habla de una reelección permanente. Solo hay que buscarle la vuelta. El autor es periodista uruguayo, expresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Opinión Bolivia ONU archivo

COMENTARIOS

  1. Guillermo J. Sanabria
    Hace 11 años

    ¡Lo que no cuesta hagámoslo fiesta! Don Evo y Don Payo eran serviles protegidos del hijastro de Fidel, Hugo Chávez, pero en el lugar donde se encuentra no tiene probabilidades de salir nunca,ni de seguir con las donaciones mercaderas de votos y voluntades. Se acabó la fiesta y el Maduro, incompetente y antipático,con la tuerca apretada por la miserable situación de Venezuela,no podrá seguir exportando y,menos, financiando más “roboluciones”. No creo, ni espero que se reelijan.

  2. alberto r
    Hace 11 años

    LA HISTORIA YLAS LEYES tratan de escribirla los que son los que han ganado, se escribe la realidad cuando apenas son parte de la historia, y
    reciben lo que en realidad fueron: DICTADORES, OPRIMIDORES

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